Cuenca, el mejor ejemplo para Delofeu y Rafinha
Guardiola ha apostado por el extremo menos mediático para dosificar a Villa en ausencia de los lesionados Pedro y Alexis
BARCELONAActualizado:No se le puede negar a Pep Guardiola que tiene un olfato especial para detectar el talento que no todos ven. Está claro, tras dar ya la alternativa a 21 jugadores de la cantera en el primer equipo con más o menos continuidad, que va sobrado de valentía para alinear a quien se lo gana. Y en sus decisiones se detecta una apuesta ejemplarizante por jugadores de un perfil más discreto que no tengan demasiado ruido a su alrededor, serios y disciplinados.
Esta evidencia, contemplando a los últimos delanteros que han dado el salto al primer equipo, vale más para Isaac Cuenca (Reus, Tarragona, 1991) que para Gerard Deulofeu (Riudarenes, Girona, 1994) y Rafinha (Sao Paulo, 1993). Los dos últimos son más mediáticos. Ya llevan un par de temporadas en la élite del fútbol base con portentosas actuaciones con las selecciones inferiores de España y en todas las categorías del Barça, siempre adelantados a su tiempo, enfrentándose a chicos de mayor edad. Su potencial llama la atención desde hace tanto tiempo, tanto que la renovación de sus contratos han tenido el eco de jugadores del primer equipo.
A Deulofeu le representa Ginés Carvajal, el hombre que guió los pasos del madridista Raúl. No fue una sorpresa que Deulofeu, que se crió imitando los regates de Ronaldinho, jugara recientemente ante el Mallorca. Ya estuvo a punto de debutar la pasada temporada en Anoeta ante la Real Sociedad, pero cuando iba a salir, la lesión de un compañero de otra demarcación obligó a Guardiola a cambiar de planes. Nadie sabe hoy si tendrá la evolución para triunfar en el primer equipo, pero Guardiola ya se ha apuntado el tanto de darle una oportunidad sin ser su descubridor. Iba para figura desde niño. Con Rafinha, hijo de Mazinho y hermano de Thiago, pasa un poco lo mismo. Acaba de firmar hasta 2014 tras debutar en la Copa en L'Hospitalet junto a Cristian Tello.
Pero el caso de Cuenca sí es una reproducción de lo sucedido con Pedro o Sergio Busquets. El canario, aunque ya debutó de forma anecdótica con Rijkaard y curiosamente por ello no forma parte de esos 21 elegidos de Pep, era un jugador más anónimo en el fútbol formativo, menos incluso que Busquets, que ni siquiera pasó por las selecciones españolas de su edad. Lo que vio en ellos Guardiola para lanzarlos al fútbol profesional y hacerles campeones de todo, en alianza con Vicente del Bosque, fue algo más que calidad: actitud, solidaridad, sacrificio, desparpajo, trabajo, humildad...
Esas son las características de Cuenca, un jugador que tuvo que irse dos veces del Barça para ser feliz. En edad cadete volvió a Reus harto de calentar banquillo. Los entrenadores le alababan por su calidad, pero esperaban un desarrollo físico que no llegaba.
Pequeño, delgado...
En su ciudad volvió a disfrutar y hasta el internacional y ex barcelonista Ramón Maria Calderé, que entonces entrenaba al equipo de la localidad en Tercera, le hizo debutar con 16 años. Ya preparado y crecido para dar el salto, volvió a Barcelona, pero no al Espanyol (su primer destino en edad benjamín) ni al Barça, sino a la DAMM, donde brilló para que se le abrieran otra vez las puertas del Camp Nou. Pero, sorpresa, tras hacer un buen año en el juvenil, nadie se acordó de él cuando pasó al fútbol adulto.
Guardiola se llevó a 17 canteranos del B a la gira veraniega de 2010 y Luis Enrique, entonces en el filial, se fue con otro grupo similar de 'stage'. A Cuenca nadie le llamó.
El Sabadell conoció su situación y pidió una cesión fundamental. Para el equipo, que subió a Segunda de la mano de Lluís Carreras y de aquel diamante escurridizo, y para el jugador, que maduró con un sistema táctico muy parecido al del Barça.
Guardiola, el pasado verano sí le examinó de cerca en Estados Unidos y apostó por él más incluso que Eusebio en el B, que no siempre le ha alineado de titular esta temporada.
Al final, el hijo del planchista de Reus dejó atrás su fama de malabarista del balón (circulan videos suyos en 'youtube' en las calles de su barrio) y recibió el premio a su constancia. Los golpes recibidos le han ayudado a entender este deporte. En el fondo, él es el mejor ejemplo para Deulofeu, un talento puro, con un regate explosivo por las dos bandas y una velocidad fuera de lo común, pero tiene detalles dentro y fuera del campo que le asemejan más a Cristiano Ronaldo que a Messi, por poner un ejemplo facilón.
Guardiola sabe lo que hace: Cuenca ha llegado antes para mostrar el camino correcto a Deulofeu y Rafinha. Sin embargo, con Pedro y Alexis ya recuperados, lo normal es que regrese al filial una vez cumplida una labor importante. Además de marcar un gol y dar tres asistencias, su participación ha permitido dosificar a Villa.