Detención y juicio
Actualizado: GuardarSaif al-Islam, hijo del depuesto dictador libio Muamar Gadafi y mencionado a veces como su sucesor, fue detenido ayer en el sur del país desmintiendo así la información de que él y un grupo de fieles había podido pasar a Níger. Ya se registra la contradicción aparente de varias fuentes oficiales libias: para unas será transferido al Tribunal Penal Internacional, en La Haya, y para otras será juzgado en Libia. Saif al-Islam tuvo contactos indirectos con el TPI y sopesó la posibilidad de entregarse porque no tenía cargos oficiales en el país y será difícil probar que ordenó asesinatos en masa, pero un tribunal libio sería menos indulgente y menos objetivo en el actual escenario, confuso y constituyente. En La Haya tendría garantías procedimentales pero no es seguro que sea la sede idónea para juzgar una conducta tan vinculada a lo que, de hecho, ha sido una guerra civil. La captura de Saif al-Islam es por eso una noticia reconfortante que, al mismo tiempo, crea un delicado escenario jurídico y político.