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Saif-el Islam, en un avión tras ser capturado. :: REUTERS
MUNDO

Libia se libra del último bastión de la era Gadafi

Detienen en pleno desierto a Saif-el Islam, el hijo del malogrado dictador llamado a sucederle

MIKEL AYESTARAN ENVIADO ESPECIAL
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Libia ha aprendido la lección y tras el asesinato de Muamar Gadafi las milicias rebeldes parecen dispuestas a que la Justicia sea quien decida sobre el futuro de su hijo Saif el-Islam. El segundo hijo del dictador y la persona que estaba llamada a sucederle fue capturado en Obari, en pleno desierto y a 150 kilómetros de la ciudad de Sabha, al sur del país. Tras permanecer un mes en paradero desconocido, las fuerzas del Consejo Nacional Transitorio (CNT) recibieron el aviso de que «un alto cargo del antiguo régimen» se encontraba en esa zona y dieron con Saif, que viajaba en un todoterreno acompañado de un puñado de leales seguidores y vestido como un tuareg.

Es el punto final de una huida que empezó el pasado 19 de octubre, cuando el hijo del dictador, conocido como 'el ingeniero' entre los libios por sus estudios, fue visto por última vez el 19 de octubre en Wadi Zamzam cuando huía de Bani Walid, feudo gadafista a desde Trípoli. El plan de huida de Saif el-Islam pasaba entonces por encontrarse allí con su padre y emprender el camino hacia Níger, pero los aviones de la OTAN bombardearon su convoy, según relataron a este medio milicianos rebeldes que siguieron al propio Saif desde Bani Walid.

Logró salvar la vida, pero sufrió heridas en una mano, como se puede ver en las imágenes difundidas tras su captura. Apenas 24 horas después su padre también logró salir ileso de un ataque aéreo de la Alianza Atlántica cuando pretendía dejar Sirte para llegar al desierto, pero las milicias rebeldes le capturaron y asesinaron.

Muamar Gadafi fue víctima de los rebeldes de Misrata, ciudad donde su cuerpo fue exhibido en público durante cuatro días en una cámara frigorífica de un mercado de carne, y la captura de su sucesor y último referente del régimen fue responsabilidad de los 'guerreros de Zintán'. Esta ciudad en las montañas de Nafusa sufrió durante meses la represión del régimen y finalmente el papel de sus hombres fue decisivo en la caída de Trípoli en agosto, desde entonces controlan el aeropuerto internacional de la capital.

En un país donde el poder está ahora en manos de las diferentes milicias que han logrado ganar la guerra gracias al apoyo de la OTAN, Zintán es junto a Misrata el auténtico centro de poder por encima de unas instituciones recién nacidas, y es a Zintán a donde voló el hijo de Gadafi tras su captura y donde permanecerá a la espera de ser juzgado. Un auténtico trofeo de guerra en manos de una de las ciudades que más mártires han aportado a la revolución.

Tribunal Penal

«Al principio tenía mucho miedo. Creía que le íbamos a matar», aseguró a la agencia Reuters uno de los milicianos que participó en la operación. Saif el-Islam sabía lo que había ocurrido con su padre, el todopoderoso dirigente del país durante 42 años, y su hermano Mutassim, y por eso hace unas semanas salieron a la luz sus «contactos indirectos» con el Tribunal Penal Internacional (TPI) de la Haya. El hijo de Gadafi parecía dispuesto a entregarse para ser juzgado en Holanda y los responsables del TPI reconocieron los contactos con una persona acusada de «crímenes contra la humanidad» por encabezar la represión contra los opositores al régimen que salieron a las calles de Libia el pasado 17 de febrero.

«Me voy a Libia para discutir cómo gestionamos esta cuestión. Pero el caso es que se hará justicia. Dónde y cómo, es lo que vamos a discutir», declaró el fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno Ocampo, nada más recibir la confirmación de la detención de Saif. «A pesar de que figura como uno de los símbolos del viejo régimen, será tratado como un prisionero de guerra conforme a las leyes internacionales», declaró el primer ministro interino del CNT, Abderrahim al-Kib, intentando calmar a la comunidad internacional, que quiere prevenir sucesos similares a los que rodearon a la muerte de Muamar Gadafi.