Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

Manzano sobrevive a los vaivenes

En un encuentro descontrolado, el Atlético venció gracias a la calidad de sus hombres de ataque

JAVIER BRAGADO
MADRIDActualizado:

El Atlético de Madrid reproduce sus partidos en casa con la persistencia del que no ha encontrado alternativas a su carácter.

Así, la llegada del Levante, nuevo equipo de pedigrí, supuso una inyección de moral y deseos para que los colchoneros salieran del anonimato. Pero fue una nueva jornada de continuas oscilaciones y cambios de actitud.

Durante la primera parte el equipo valenciano fue el que gobernó el encuentro con su orden y organización después de superar el impulso inicial de los rojiblancos. Porque los de Gregorio Manzano siguen sin un comandante en el centro del campo que dirija los pasos, que marque el ritmo o que simplemente apoye a los defensas cuando se les exprime.

El intento ante el Levante fue con Tiago, tras la indisposición a última hora de Gabi, pero el portugués se lesionó poco antes del descanso sin que diera esperanzas de mandar en el campo. De este modo, la primera mitad se convirtió en un correcalles, en una suerte de desorganización local en el césped del Calderón con los de Juan Ignacio Martínez al acecho. Remataron más a puerta y con más peligro los azulgrana, pero la pólvora de los primeros partidos está seca. Solo un penalti sobre Adrián que no fue señalado desvió la atención de los aficionados y calló los cánticos a Luis Aragonés y Reyes.

En la segunda parte apareció una de las mil caras del Atlético. Los colchoneros se volcaron sobre la portería de Munúa en un asedio asfixiante que no acabó en gol por la falta de puntería de los atacantes locales y el empeño de la defensa del Levante.

Así, las oportunidades se sucedieron hasta que el Atleti apuró las revoluciones de su motor y en seis minutos se vieron tres goles con el habitual desconcierto de los aficionados.

Con la ventaja de un tanto y los cambios obligados por lesión -también Sílvio se marchó con una lesión de cierta gravedad- Manzano dividió al equipo. Diego adelantó la posición y Mario Suárez bregó solo frente a los centrocampistas granotas. Así, en ataque la calidad del brasileño y la superioridad en número otorgó más posibilidades a los locales hasta que Diego pareció sentenciar en el minuto 83. Ahí la calidad de Arda Turan, el acierto del temporero Pizzi y la insistencia de Adrián les dieron una ventaja supuestamente suficiente.

Pero el Levante rebuscó en el hueco entre líneas del centro del campo y la defensa y encontró un gol de Rubén en el descuento que dejó en tensión a los de Manzano. Solo el pitido final del árbitro liberó las tensiones de un equipo que jugó a buen nivel durante buena parte del segundo tiempo gracias a sus hombres más talentosos pero que mostró su carencia de mando y de equilibrio.

El próximo sábado los cochoneros medirán estas características en el derbi capitalino en un duelo en el que los de Mourinho serán menos tímidos a la hora de emplear el contragolpe y la presión sobre los descabezados rojiblancos.