Los orientadores insisten en que un niño autista siga en el aula especial del colegio Camposoto

El juez número 2 de lo Contencioso Administrativo de Cádiz celebró ayer la segunda sesión del juicio por la escolarización de un niño autista de cinco años en un aula especial del colegio de Camposoto, cuyo padre pide que sea matriculado en una clase con otros niños sin estos trastornos.

En la sesión de ayer, el juez tomó testimonio de diversos orientadores y especialistas de la Delegación de Educación, cuyos informes determinaron en su día que el pequeño acudiera a la clase especial, en lugar de repetir el curso de Infantil, como pretende el padre. Entre otros declararon ayer la jefa de Orientación Educativa, el coordinador del área de necesidades educativas y un especialista del equipo de orientación de autismo. Todos ellos, volvieron a defender que el niño continúe en el aula especial. Félix de los Ríos, el padre, aboga en cambio por la integración de su hijo con otros menores, como según explica, defiende la ONU. El progenitor alegaba días atrás que la educación en clases especiales es insuficiente.

Una monitora de este aula en el colegio Camposoto, que declaró en la primera sesión del juicio, se dirigió a este periódico para defender el trato personalizado y «profesional» que ella y sus compañeras ofrecen a los niños, como personal «cualificado». También explicó que las demandas han causado una gran tensión, hasta el punto de que la tutora del aula ha dejado el puesto debido a la presión. El padre denunció también unos supuestos malos tratos, que no han llegado aún a juicio.