NAVAJEO TEMPRANO
Actualizado:Los socialistas no han aguardado siquiera a que se cuenten los votos para empezar los ajustes de cuentas. Abrió el fuego Carme Chacón con su postulación a la secretaría general del PSOE, respondió Manuel Chaves con una defensa de la idoneidad de Alfredo Pérez Rubalcaba para ser el líder y el propio candidato volvió a recordar que su proyecto es para cuatro años. El debate postelectoral de los socialistas promete dar mucho juego. Si a tres días de las votaciones se las gastan así, el posterior fragor de la batalla puede ser épico.
¿Por qué dio ahora el paso la ministra de Defensa? Parece un intento de no quedar en fuera de juego, de recordar que mantiene sus aspiraciones intactas ante la perspectiva de que Rubalcaba, sea cual sea el resultado del domingo, se haga con las riendas del PSOE y sea el secretario general en los próximos cuatro años. El propio candidato alimenta esa idea, que cuenta con el respaldo amplio dentro de su partido. Chacón ha dejado claro que quiere dar la batalla que no dio en las primarias, cuando renunció a competir por la candidatura a instancias de José Luis Rodríguez Zapatero.
Con este navajeo temprano los socialistas dan por sentado que durante los próximos años serán la oposición. Un reconocimiento que en nada va a ayudar, todo lo contrario, a la campaña de Rubalcaba. Si quedaba alguna de que el PSOE va de perdedor el resurgir del debate interno la ha despejado. Con qué cara va pedir el candidato el voto si sus propios correligionarios, incluso él, asumen su condición de derrotado de antemano.
Pero la pugna por el liderato abre otra incógnita: el papel que va a jugar Zapatero. Aunque sea de forma nominal es el secretario general, y no está claro si va a estar al margen de las disputas o va a ejercer el cargo para administrar los tiempos y convocar el congreso federal. Una tarea de árbitro que a buen seguro va a ocasionar roces con dos personas tan cercanas como Rubalcaba y Chacón.