Sociedad

Los españoles consumen menos calorías pero son más gordos

Pese a comer peor que hace veinte años, la mortalidad por causa cardiovascular sigue siendo inferior a la de otros países del entorno

MADRID. Actualizado: Guardar
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La alimentación de los españoles es menos sana que hace 20 años. Así se desprende del estudio Dieta y Riego de Enfermedades Cardiovasculares en España (DRECE), una investigación que analiza la relación entre los hábitos de consumo alimenticio y las enfermedades cardiacas. Paradójicamente, en España se consumen menos calorías ahora que a comienzos de la década de los 90 y, sin embargo, el empeoramiento de los hábitos alimenticios ha provocado un incremento de la tasa de obesidad, cuya incidencia ha experimentado un crecimiento en torno al 20%. Mientras tanto se ingiere una media de 2.542 calorías diarias, en torno a 250 calorías menos que hace dos décadas.

Aun así, y pese a la advertencia de los especialistas, la mortalidad por enfermedades del corazón sigue siendo inferior a la de otros países de nuestro entorno, un factor atribuido a las bondades de la dieta mediterránea, con mención especial al aceite de oliva. Precisamente, en el estudio se subrayan los niveles que los españoles, sobre todo en el caso de las mujeres, presentan de colesterol HLD o 'bueno', y que destaca por sus propiedades protectoras.

Según el doctor Agustín Gómez de la Cámara, de la Unidad de Investigación Clínica e Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Universitario 12 de Octubre, «aunque aún consumimos menos hidratos de carbono de los que debiéramos, casi cumplimos las recomendaciones en lo que se refiere a proteínas y tipos de grasas». Otro aspecto positivo gira en torno al aumento del consumo de pescado como fuente de Omega-3 y proteínas.

Las conclusiones del informe señalan que la obesidad gana terreno a causa del descenso en el consumo de cereales y legumbres, mientras que crece el de carnes, lácteos, refrescos, zumos y bebidas azucaradas, estas últimas especialmente dañinas aunque sean catalogadas como 'light'.

Otro de los factores que han propiciado este significativo repunte radica en el paso a un estilo de vida más sedentario. «Los jóvenes dedican cada vez menos tiempo a la actividad física y más a ver la televisión o a permanecer delante del ordenador», explica el coordinador de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Miguel Ángel Rubio, quien también condena los efectos perversos del «sobreconsumo inadvertido derivados del picoteo».

La obesidad «se produce en mayor medida en zonas económicamente más desfavorecidas como Andalucía, Extremadura, Galicia y Canarias, donde hay una mayor proporción de personas con menor nivel socioecómico y cultural que acceden a un tipo de alimentos más baratos, que suelen contener más grasa o son más ricos en hidratos de carbono», apunta el doctor Rubio. Y aunque España cuenta con el mismo porcentaje de población con obesidad, con colesterol elevado o con hipertensión arterial que otros países del entorno, presenta unas de las cifras de mortalidad cardiovascular más bajas del mundo. «Probablemente haya un origen genético para explicar esta situación», indica el doctor Gómez de la Cámara, quien señala también el interés para descifrar este misterio con el fin de paliar el problema en otros países.

Las enfermedades cardiovasculares constituyen, junto con el cáncer, la primera causa de mortalidad y morbilidad en los países desarrollados. En España, su efecto se traduce cada año en más de 125.000 muertes y alrededor de cinco millones de ingresos hospitalarios.