opinión

El ángel anunciador

Lo oportuno es saber qué piensa Rubalcaba del PSOE que va a heredar

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Hay que tener un respeto por la gente que lucha hasta el final por las ideas en las que cree, sin importarles el frío de noviembre, la luz de los mítines, o el zumbido de las encuestas. A cuatro días de dar por finalizada la presente campaña electoral, y después de haber visto cómo Rajoy saltaba en la plaza de toros de Valencia, Rubalcaba cree que aún puede pelear contra las encuestas (meritorio). No le llamen Alfredo, mejor Temístocles que fue el único griego que creyó en la victoria contra los persas en Salamina.

A estas alturas es cuando suele aparecer en los cuentos un pastorcillo bueno que le indica al héroe en apuros cual es el camino para rodear el peligro y entrar en la cueva del dragón, pero la posibilidad de que Rubalcaba se encuentre con un pastorcillo camino del mitin es mínima. Además, quién sabe si en lugar de con ‘un buen pastorcillo’ das con uno ‘malo’ y no solo te ofrece falsas esperanzas sino que te confunde en los planteamientos y te lleva directamente a las fauces del dragón dormido. En las fábulas no todos los personajes indican el buen camino. De momento, y a falta de pastorcillo, lo que tiene Rubalcaba es el mensaje del ángel anunciador que le recuerda la distancia que le separa de Rajoy y que no se ha reducido a lo largo de toda la campaña electoral. Es evidente que no va a bajar los brazos (como decía Felipe hace un par de meses… cuando Felipe hacía público su rechazo con la pasividad de Zapatero), pero no le quedan más argumentos por delante para lograr un milagro salvo conseguir que el ángel anunciador deje de presentársele todas las mañanas ante el espejo; tampoco es necesario el trompeteo continuo de las malas noticias, con una vez basta.

De cada campaña electoral se pueden sacar enseñanzas y de esta podemos aprender que ha sido bastante inútil porque las cosas estaban bastante cantadas antes de comenzar los mítines. Hemos asistido a una campaña de baja intensidad por parte de Rajoy al que las encuestas le llevan como la marea, sin necesidad de nadar apenas, frente a la campaña entusiasta de Rubalcaba que ha probado con todo, hasta con resucitar a Felipe y a Guerra. El ángel anunciador está tan cansado de contar siempre lo mismo que últimamente ha dejado la trompeta y cuelga los resultados en un papel pegado a la puerta de su casa.

Lo oportuno es saber qué piensa Rubalcaba del PSOE que va a heredar, con qué apoyos cuenta para una tarea de regeneración interna que se antoja amplia y que nada tenga que ver con experimentos ‘zapateriles’ que han dado tan espantoso resultado. Ese es el único camino posible y dejarse de angelitos y de pastorcillos que estorban en la narración. El cuento es otro, nos quedan cinco días para comprobarlo.