Campaña, recta final
Al margen del resultado electoral la ciudadanía sabe que aguardan más sacrificios
Actualizado: GuardarTodas las encuestas publicadas ayer coinciden en augurar una victoria muy holgada del Partido Popular, que se aproximaría a los 200 escaños, frente a un PSOE que podría ni siquiera alcanzar el 30% de los sufragios. Y esos sondeos constatan asimismo que el PP ha ido dejando de ser el mal menor para ganar paulatinamente credibilidad como gestor de la economía, capaz de infundir confianza y de movilizar al empresariado. Rajoy tiene la tarea hecha, después de publicar su proyecto y de superar con buena nota el debate con su principal antagonista, Rubalcaba. Se mantienen, como es lógico, algunas zonas de sombra programáticas, no tanto por ocultar los medidas impopulares que habrá que adoptar cuanto porque el nuevo gobierno deberá tomar conciencia clara de la situación y de sus propios márgenes antes de adoptar decisiones. De cualquier modo, la ciudadanía ya sabe que nos aguardan más y mayores sacrificios. Rubalcaba, por su parte, tratará seguramente de recuperar algunos desertores y de reducir el absentismo para frenar la debacle que dejará al Partido Socialista exhausto y sin aliento. Los sucesos de Italia, cuya deriva hacia la bancarrota ha forzado la dimisión de Berlusconi, le servirán sin duda de argumento: ahora se ve que Rodríguez Zapatero, aunque erró en el diagnóstico al principio, tomó in extremis las medidas adecuadas para evitar la hecatombe, algo que no hizo sin embargo la derecha italiana. La operatividad de este discurso está por ver, y en todo caso su efecto será discreto. Es de imaginar que Rubalcaba reforzará asimismo en estos días el radicalismo izquierdista de su mensaje para tratar de frenar la sangría de votos hacia IU, detectada por las encuestas. La previsible mayoría absoluta del PP restará capacidad de influencia a las minorías parlamentarias, que en esta ocasión tendrán sin embargo una mayor presencia. IU será la fuerza más beneficiada, pero también UPyD incrementará sus diputados. En el campo nacionalista, la novedad será la entrada en el Congreso de Amaiur, que podría superar en representantes al PNV.