Torbe: «La política es una gran tomadura de pelo»

Es un visionario que se adelantó casi una década al desarrollo de la industria pornográfica a través de Internet en nuestro país. Natxo Allende, más conocido como 'Torbe', levantó en 1999 y desde cero Putalocura, una página web que sirve de escaparate a sus producciones y nos acerca a las "paranoias" que él mismo escribe en el blog que mantiene. Fue un parto duro. "No solicité ninguna ayuda al banco", explica con cierto orgullo este bilbaíno de 42 años. "Solo tenía mil euros ahorrados que aproveché para grabar cuatro escenas". Como en la fábula de la lechera, pero con un final feliz, los ingresos obtenidos por la primera grabación de la célebre serie 'Torbe y sus cerdillas' le permitieron costear otra producción e ir aumentando los beneficios. "Estaba claro que el camino era Internet, pero los productores españoles no se dieron cuenta. Hace tres años, sólo rodábamos tres personas en España. Hubo un parón importante. Ahora han comenzado a salir competidores que están copiando la fórmula y los conceptos que inicié yo hace diez años. Entonces -recuerda- me ponían a parir y decían que este porno era malo y que me estaba cargando la industria".

Y es que si a 'Torbe' se le conoce por algo es por ser el creador del 'porno freak'. "Es puro cachondeo. La clave está en conjugar sexo y humor", explica. "Cuando veía pelis porno siempre decía '¡pero qué coñazo!'. No había sentido del humor y todo era muy soso. Cuando he ligado con tías y he follado, el humor siempre ha sido una parte fundamental". Así que se planteó mezclar las dos cosas y "se hizo la magia", dice entre risas. El punto de inflexión para la web llegó cuando compartió cama "con una enana". Cuenta el productor que "en una de las escenas la cogía como un saco y la tiraba contra la cama, con tan mala suerte que se dio un golpe en la cabeza. Era surrealista". Acto seguido, el vídeo se replicó en todo tipo de páginas y el aumento de visitas resultó espectacular.

Tanto, que aún no se ha detenido. "Debería decir que la crisis se está notando en el mundo del porno, sobre todo ahora que hay más material gratuito que nunca, pero gano el mismo dinero o más", señala. Lo que sí ha notado es que en el mundo del sexo todo ha cambiado mucho: "En la prostitución -Torbe ha escrito varios libros, entre ellos 'Diario de un putero', en el que cuenta sus experiencias- ahora hay un exceso de oferta terrible y menos demanda, por lo que los precios han bajado muchísimo". Esto también tiene su reflejo en la pornografía. Antes era muy difícil encontrar españolas dispuestas a hacer sexo delante de una cámara,"“ahora vienen un montón de chicas a los casting", comenta.

Una rara crisis

En todo caso, se trata de una crisis "muy extraña". Dice el empresario que España está "peor" que hace unos años pero "¿quién es el afectado? ¿El que trabajaba en una obra y ha sido echado de la empresa para reducir costes? Los jefes siguen ganando mucho dinero", apostilla. Y va más allá: "Al final todo funciona así por el egoísmo de unos pocos que quieren mucho a costa de joder a los demás. El que reparte se lleva la mejor parte y hay que preguntarse quién vigila al vigilante. Con esto te resumo lo que es la política".

Por todo ello, "la política me parece una tomadura de pelo gigantesca y no me interesa. Hay tantas cosas que deberían cambiar y no lo hacen…", reflexiona. El bilbaíno se queja de las "barbaridades" que se cometen contra los empresarios y argumenta que "así es muy difícil crear empresas" y empleos. 'Torbe' habla de la burocracia y de la Justicia. "Son una locura", describe. No es para menos. Durante dos años tuvo que ir a firmar al juzgado de Torrelavega todos los lunes porque había escrito en su página que las mujeres de ese municipio "eran feas": "Te denuncian por todo tipo de comentarios inocentes y en tono de cachondeo. Deberían cobrar por demandar".

¿Y si alguna estrella de cine porno fundara en España un partido político como hizo Cicciolina en Italia? "Sería muy divertido ver a María Lapiedra como presidenta -comenta- pero estoy seguro de que si se saliera un poco del tiesto le cortarían la cabeza. Esto es una especie de dictadura de dos partidos y no se sale de ahí. No va a cambiar nada y no va a venir Neo de Matrix a salvarnos". Y aunque la idea del movimiento de los 'indignados' le parece "muy buena" y "muy lícita", considera que en las revoluciones "tienen que rodar cabezas. Si no, no se consigue nada. Al menos sirve como terapia".

Así, al menos, se lo toma él, que sólo aspira a seguir llevando la vida que lleva ahora: "Quiero leer, escribir mis paranoías, ver películas, jugar con videojuegos, navegar por internet y, sobre todo, ¡usar la cama!". No en vano, el también actor porno asegura que lo más satisfactorio de un negocio como este "es que a mi edad pueda acostarme con jóvenes de 18 años bien formadas. Cualquier tío de cuarenta años desearía estar aquí, meneando la colita con estas diosas", concluye.