Podremos hablar de nada
Actualizado:Si sucede lo que parece, los problemas pronto desaparecerán. O, en su defecto, no podremos hablar de ellos que es lo más parecido a eliminarlos. Como en la educación victoriana y en las casas bien, lo que no se menciona, no existe. Igual que en Cádiz no hay pantallas en las calles ni piscinas sin agua. Igual que ya no quedan proveedores sin cobrar ni parados crónicos, ni infravivienda infame. Con la misma técnica terminaremos con todas las dudas, las carencias, los debates o los temores a escala nacional. Si no se mencionan, ya no están. Prueben a utilizar el mismo truco en sus vidas particulares y comprobarán que es absolutamente inservible. Pero muy agradable.