La plantilla de los autobuses aplaza la huelga por el compromiso de pago en una semana
El comité afirma que Urbanos Amarillos negocia con el gobierno una toma de razón que garantizaría los pagos hasta final de este año
Actualizado: GuardarUna vez más la amenaza de otra huelga del servicio de transporte urbano se desvanece, al menos hasta dentro de una semana que es cuando cumple el nuevo plazo que ha dado la plantilla de Urbanos Amarillos para comprobar si el compromiso de la empresa de pagar las nóminas en este tiempo de materializa.
La decisión de dar un nuevo margen de confianza surgió ayer tras la reunión que mantuvieron los trabajadores con la dirección de la concesionaria de los autobuses urbanos, una cita en la que los representantes de la compañía les anunciaron que las garantías de que se podrá pagar la próxima semana son altas, sobre todo porque también están muy avanzadas las negociaciones con el gobierno local para firmar una toma de razón a través de Diputación que dé seguridad a los pagos hasta final de año.
Tal como explicó ayer el secretario del comité de empresa, Juan González, esta nueva toma de razón daría a la concesionaria la liquidez necesaria para poder hacer frente al pago de lo que debe a la plantilla en estos momentos: la nómina de octubre y todos los atrasos pendientes que se iban a incluir en el ingreso de este mes.
No en vano, tal como insistieron ayer desde la representación sindical, Urbanos Amarillos no ha ocultado que en estos momentos no dispone de la cantidad necesaria para hacer frente a sus compromisos de pago con sus trabajadores.
En esta tesitura, desde la plantilla han optado por dar un nuevo compás de espera para dar tiempo a que todos esos trámites fructifiquen -sobre todo el trámite que habrá realizar la próxima semana con Diputación, que es la que da por válida la toma de razón- y para no entorpecer que los usuarios jerezanos puedan disfrutar del mes de autobús gratuito que se extenderá hasta el próximo día 27 de noviembre.
Por su parte, la alcaldesa de la ciudad, María José García-Pelayo, expresó ayer su satisfacción por el «nuevo respiro» que se le da a la ciudad con el aplazamiento de la decisión sobre la huelga del transporte, al tiempo que reiteró por enésima vez la grave situación económica por la que atraviesa el Consistorio y que provoca estos impagos. En palabras de la regidora, «el Ayuntamiento no paga no porque no quiera, sino porque no puede».
En cuanto al caso concreto del transporte urbano, García-Pelayo puso de relieve ayer que el gobierno trabaja ya en la certificación de las últimas facturas que le ha presentado la empresa concesionaria para poder hacer el abono, y recalcó que «hasta ahora no se ha podido hacer porque no teníamos esas facturas».
En este punto, la primera edil no dejó pasar la oportunidad de recordar que con el pliego de condiciones en la mano «el Ayuntamiento no tendría obligación de abonar ninguna cantidad hasta el mes de mayo del próximo año, pero pese a todo la empresa está exigiendo pagos mensuales porque no tiene ninguna capacidad financiera».
Sea como fuere, lo cierto es que los jerezanos podrán beneficiarse una semana más de un servicio de autobuses urbanos gratuito y sin sobresaltos -salvo las averías que surgen a causa del mal estado de la flota de vehículos».
Otra espada de Damocles que pende sobre la cabeza del gobierno local y de todos los ciudadanos es la de los nuevos paros que pueden iniciar los trabajadores de Limasa, la concesionaria del servicio de limpieza en colegios públicos y dependencias municipales, que el lunes se reúnen en asamblea y que ya han dejado claro que si no cobran dejarán de limpiar de nuevo.