'Sex Mundi', la serie que nadie quería dar
Odisea estrena en España con 15 documentales muy explícitos sobre el sexo en 23 países. Ha estado casi dos años buscando comprador
Actualizado:La idea del proyecto estaba clara: una radiografía de cómo se vive el sexo en el mundo. Los objetivos, marcados. Los expertos localizados, como los filósofos Gilles Lipovetsky, Michel Onfray, el dibujante erótico Milo Manara, el actor porno Nacho Vidal e incluso el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, dispuestos a hablar de educación sexual, pornografía y otros aspectos sobre las relaciones más íntimas entre humanos. Así arrancó 'Sex Mundi, la aventura del sexo', una serie documental de quince capítulos que navega por el sexo en 23 países, desde Islandia a Nepal, desde Brasil a Marruecos.
Pero el proyecto de la productora Plural no encontró ninguna pantalla para ser emitido. Demasiado educacional, poco morboso, muy largo, muy explícito... Fueron algunas de las excusas de las cadenas, tanto generalistas como de pago. Hasta que tras casi dos años en 'barbecho', Odisea cogió el proyecto y se lo quedó para emitirlo de un tirón: del 16 al 30 de noviembre, todas las noches a las 23.00 horas. Y con la clara advertencia de que son documentales para adultos.
Tres equipos de profesionales estuvieron viajando por el mundo captando las impresiones sexuales de ciudadanos de los cinco continentes. La serie aborda muchos de los aspectos que rodean el sexo: pubertad, negocio, fetichismo, imaginación, monogamia, identidad, tamaño, conductas eróticas, humor e incluso abstinencia. Y lo hace desde la perspectiva de cada uno de los 23 países visitados. De esta manera, se pueden ver a padres chinos que buscan pareja para sus hijos en plazas y calles como si fuera un mercadillo; o agencias matrimoniales exclusivas para que mujeres jóvenes y guapas encuentren hombres millonarios. También en Asia se encuentra el caso más curioso. «Japón es el país más sorprendente de todos», asegura Tania Estévez, guionista y coordinadora de la serie. Son el pueblo que menos relaciones sexuales mantiene al año (45 veces), pero posee una industria y una cultura sexual de las más potentes del mundo. Han desarrollado unas muñecas sexuales que cuestan 6.000 euros. «Algunas vienen con mp3 incorporado y fingen orgasmos», indica Estévez. En Japón también existe un culto al miembro masculino, protagonista de desfiles y procesiones; los 'buruseras' están obsesionados con los uniformes escolares, y en la ceremonia del 'nyotaimori', los comensales degustan del sushi sobre una mujer desnuda. Y, además, hay 35.000 'hoteles del amor'.
Las curiosidades no solo se centran en Japón. En Estados Unidos se han puesto de moda los 'furries', personas que mantienen relaciones sexuales disfrazados de animales. También es el país de los contrastes: en el documental se ve cómo mientras el predicador evangelista Denny Pattyn defiende un anillo de castidad para jóvenes, la industria hollywoodiense del porno produce más de diez mil películas al año. Descendiendo hacia el cono sur, en Argentina han surgido los 'telos', hoteles para parejas con habitaciones decoradas como aulas escolares; en Brasil descubrimos que ellos prefieren el sexo a una subida de sueldo.
El viaje continúa. Holanda y Alemania son los países donde la sexualidad se trata con más normalidad, mientras que España estaría «en la media», según Estévez. En cambio, Marruecos e Israel fueron los lugares donde más problemas tuvieron para hablar de sexo. En el estado hebreo pudieron ver los dos lados de la balanza: Tel Aviv, que posee uno de los cines porno gais más grande del mundo; y Jerusalén, habitada en su mayoría por ortodoxos. Las dos ciudades solo están separadas por 58 kilómetros.