La Policía cree que tiraron por el puente Zuazo un animal y no un bebé
Al final se rescató una caseta para mascotas de neopreno y en su interior un pijama de niño y unos pantalones
San Fernando Actualizado:Un amplio dispositivo inicial de búsqueda ante el aviso de que un niño pequeño había sido arrojado desde el puente Zuazo, pero al final todo se ha quedado en una falsa alarma. A los ciudadanos la noticia les impactó y la Comisaría de Policía Nacional llegó a registrar llamadas de personas con posibles pistas. Pero desde esa misma madrugada ya se había descartado la posibilidad de que un bebé se encontrará en el caño de Sancti Petri.
Todo sucedió sobre las nueve de la noche cuando un pescador del puente Zuazo llamó a la Policía al ver como una pareja lanzaba una especie de capazo o carrito de bebé por el puente para luego marcharse. Hasta el lugar se desplazaron tres coches de Policía Nacional, dos vehículos de bomberos, una ambulancia, patrullas de la Policía Local e incluso una embarcación de la Guardia Civil que se encontraba realizando otras labores de vigilancia en el caño.
A los pocos minutos se intervino un objeto sospechoso, que una vez examinado se pudo comprobar que se trataba de una casetita de 40x40 centímetros de goma o neopreno de las que se utilizan para uso de una pequeña mascota. Tal y como describió la Policía en un comunicado en su interior «se encontraban dos prendas de vestir: un pequeño mono de niño que por su talla podría ser de un año de edad y un pantalón rojo, conocido como pirata de talla 36 0 38 propia de una joven de 15 años de edad o de una mujer».
Un buen susto
Lo que la Policía entiende como prendas que se colocaron para dar refugio a una animal y que no pase frío. « En principio todo parece indicar que la casetita intervenida era el lugar ocupado por un gato o animal de compañía y que al fallecer este, por motivos sentimentales, los dueños no deseaban continuar viéndolo en su domicilio y decidieron arrojarlo al caño», tal y como se determina desde la nota enviada por Subdelegación de Gobierno.
Una gran susto, que afortunadamente se quedó en solo eso, un susto. Y es que, a los que no les hizo ninguna gracia el suceso fue a los pescadores que vivieron ese momento, por la tensión vivida. Como pudieron intentaron que el objeto no se perdiera por el caño hasta llegar la Policía y aunque no llegaron a ver bien lo que era si se enteraron de que había ropa de niño pequeño en su interior, lo que hizo a muchos temer por lo peor.
Varias linternas alumbraron durante minutos las inmediaciones del puente Zuazo y a pesar de haber encontrado el objeto se persistió en la búsqueda para descartar cualquier posibilidad de que hubiera un cuerpo en el lugar. Al no encontrarse nada más se decidió retirar la búsqueda y de nuevo el puente se quedó a oscuras.
A pesar de que los pescadores podían seguir ya tranquilos con su jornada de pesca, hubo quien decidió marcharse, porque después de todo lo vivido «ya tengo mal cuerpo con lo que ha pasado y no quiero más que irme a mi casa».