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Un colegio más allá de los prejuicios
El CEIP Poeta Carlos Álvarez acaba de recibir un premio por «promover la convivencia positiva»El centro, marcado en las últimas semanas por una plaga de ratas, cuenta con un equipo docente joven que trabaja por mejorar los resultados
JEREZ. Actualizado: GuardarHa saltado tristemente a los periódicos por el incidente «puntual» -insisten- de una plaga de ratas, pero el colegio Carlos Álvarez se merece otro tipo de titulares. Por ejemplo, el de su premio por promover la convivencia positiva con su proyecto de madres delegadas, que desarrolla desde hace ocho años de forma pionera. O también el de su inclusión en prácticamente todos los programas educativos que ofrece la Junta de Andalucía.
«Es un centro con muy buen ambiente de trabajo entre los compañeros y con la mayoría de las familias. No solemos tener problemas de convivencia, aunque no es la imagen que suele tener la gente», asegura la directora del colegio durante los últimos ocho años María del Mar Rodríguez. En el centro, que cumple ahora 26 años de vida, todo está muy cuidado y hay colores por todas partes. El silencio de las aulas cerradas en horario lectivo solo se interrumpe cuando los pequeños salen al recreo o arrastran sus maletas hacia la puerta a las dos de la tarde.
«Cada vez hay más familias que buscan implicarse en la educación de sus hijos, que quieren saber qué pueden hacer ellos por su educación», asegura la responsable del centro, aunque confiesa que «nos gustaría que fueran más numerosas». Lo primordial para el equipo docente es «trabajar para los niños».
De la zona sur, ¿y qué?
Estar en esta zona «hace disparar cierta fibra sensible» y desde el colegio Poeta Carlos Álvarez insisten: «No todo el mundo es igual por vivir aquí. Hay una imagen totalmente estereotipada. Hay muchas personas que se preocupan por la educación de sus hijos y otras que no, como en todas partes», asegura la directora. Destaca, por ejemplo, de estos barrios que «los colegios trabajamos de forma coordinada», sin que haya lugar para las rivalidades. Un resultado de la buena labor que desarrollan es que los datos de matriculación del Poeta Carlos Álvarez son cada vez más altos.
«Estamos trabajando mucho por la mejora de los resultados», apuntó la responsable. De hecho, esta misma semana se ha incorporado a su larga lista de programas educativos el de acompañamiento de inglés. Gracias a él, los niños reciben clases del idioma totalmente gratuitas, por la tarde y en grupos de un máximo de diez alumnos, para reforzar lo que aprenden durante la jornada lectiva.
En este sentido, «acabamos de solicitar el plan de calidad, que nos supone plantearnos objetivos a corto plazo, ponernos metas en cuanto a la mejora de los resultados académicos, la lucha contra el absentismo o la mejora de la convivencia», dijo la directora.
Más de 20 profesores, además de los monitores de otras actividades que se realizan en el centro, atienden a los 300 alumnos del colegio que lleva por nombre a un poeta jerezano afincado en Madrid. «Es una gran ventaja contar con gente joven que llega con ideas renovadas y muchas ganas de trabajar», aseguró la directora del colegio respecto a su equipo.
Las familias
La presidenta de la Asociación de madres y padres del colegio, Loli Rosado, lo tiene muy claro: «La implicación del profesorado y de la directora, el esfuerzo que hacen con los que más ayuda necesitan es lo que me convenció para traer a mis hijos aquí. Y vivo junto al campo de golf», dijo, para corroborar la opinión de la responsable del centro sobre los falsos prejuicios.
Su proyecto premiado en torno a la figura de las madres delegadas es uno de los muchos logros del centro. Con esta figura -que se ha implantado por ley en todos los colegios hace un año- consiste en implicar más a las familias. Las madres delegadas, además de acompañar a los niños en sus excursiones, colaboran en todo tipo de actividades del centro. Un guiñol, un azulejo artesanal o las cortinas que lucen las clases han salido de las manos de las familias. Los participantes reciben, además, «formación en lo que ellos mismos vayan demandando», contaron desde el centro. Los asuntos pasan por sexología, nuevas tecnologías o cómo motivar a los hijos para el aprendizaje.
Aunque aún temen que las ratas vuelvan a hacer su aparición en las inmediaciones del colegio -la obra colindante, donde anidaban, únicamente se limpió sin que se hayan acometido hasta la fecha otros trabajos- profesores y familias intentan superar los muros del centro para que se conozca su labor.