Berlusconi quiere eternizar su salida del poder
El primer ministro italiano prolonga la incertidumbre en su país y en Europa tras perder la mayoría en el Parlamento
CORRESPONSAL EN ROMA Actualizado:Silvio Berlusconi se rinde pasados dos tercios de legislatura, después de año y medio de Gobierno en precario, y ha anunciado que dimitirá, tras estrellarse ayer en la Cámara de Diputados italiana con la realidad de los números que no quería creer. En la votación que se había planteado como un duelo final para contar sus escaños, tras varias deserciones en su partido, quedó ocho votos por debajo de la mayoría absoluta: 308 frente a los 316 necesarios.
La norma en juego, las cuentas generales del Estado del año anterior, fue aprobada porque la oposición se abstuvo, para no obstruir una ley importante en un momento delicado pero, de todos modos, dejar constancia de los números. Con Italia al borde de la quiebra si no da señales que transmitan confianza a los mercados, Berlusconi tuvo que asumir que el poder se le ha ido de las manos. Lo que no han podido graves acusaciones judiciales, decenas de leyes 'ad personam' o el escándalo 'Ruby', donde está imputado por prostitución de menores, lo ha hecho el hundimiento económico de Italia.
Tras conocer el resultado, Berlusconi pidió de inmediato con aire fúnebre la lista de votos para descubrir a los «traidores», como escribió en sus apuntes y captaron las cámaras. La víspera había dicho que quería ver quiénes eran y mirarles a la cara. «He sentido no solo sorpresa, sino también tristeza, porque eran personas a las que estaba ligado desde hace años, desde el inicio de mi partido, y con ellas tenía una relación humana y de amistad», dijo luego. 'Il Cavaliere', como muchos de los suyos, también olfatea el posible fin de una época, la suya, y un mundo de movimientos oceánicos de tránsfugas entre partidos. El título de Mediaset, su imperio audiovisual, perdió 2,7 puntos. Italia, de todos modos, se dirige hacia lo desconocido.
Otra treta de 'Il Cavaliere'
En sus notas, Silvio Berlusconi también había escrito las opciones que tenía sobre la mesa. Dimitir era la más obvia y la que pedían todos a su alrededor. Al final cedió. A las 18.45 horas subió a la co: Berlusconi renunciará solo tras aprobar las reformas prometidas a la UE, incluidas a última hora como enmienda en la llamada ley de estabilidad.
Es, teóricamente, un modo de tranquilizar a los mercados, para dejar todo bien atado antes de entrar en otra fase política de incierto futuro. Pero si la renuncia fue un bálsamo en los parqués ayer, cuando circuló como rumor, está por ver qué opinan de una salida de escena que puede ser eterna en un momento de máxima expectación. Y que entretanto tendrá al Gobierno paralizado.
Mientras los ataques de los mercados se la comen, Italia no tiene tanto tiempo para las ceremonias bizantinas de su política. Es posible que no se lo pueda permitir.
Todo se está volviendo muy griego. Por no hablar de que la oposición teme que esta dilación sea una maniobra del 'Il Cavaliere' para ganar tiempo y que esté tramando algo. Cuenta con un largo historial de promesas incumplidas, nulo sentido institucional y podría intentar una nueva campaña de fichajes para recuperar su mayoría. Además, aún no se conoce con exactitud el contenido y alcance de las medidas que pretende aprobar. De hecho ayer la UE pidió que le informaran cuanto antes al respecto.
Si Gobierno y oposición no buscan una solución más rápida, y en junio lograron aprobar en tiempo récord un primer plan de ajuste en un milagro dictado por la emergencia, la ley de estabilidad llegará al Senado este viernes. Pero no se aprobará, como pronto, hasta el viernes siguiente, 18 de noviembre. Luego debería pasar a la Cámara de Diputados, donde se cerraría el proceso hacia final de mes, incluso el mismo día 30. Puede ser que a partir de hoy se inicie un esfuerzo colectivo para acelerar este trámite, pero tampoco hay que ilusionarse. El parlamentario que firma la norma, Massimo Garavaglia, de la Liga Norte, explicó ayer que pese al nuevo escenario «no se prevén procedimientos particulares».
La renuncia de Berlusconi , un acontecimiento político de enorme calado, y las incógnitas que arrastraría abren un campo muy vasto de opciones, conspiraciones y componendas que en Italia suelen degenerar en un barroquismo táctico y negociador imposible de prever. Anoche mismo empezaron densas reuniones y ataques cruzados.
Una vez que el jefe del Ejecutivo dimita, y habrá que ver cuándo es, Napolitano, uno de los pocos referentes fiables en este momento, abrirá una ronda de consultas con todos los partidos. Durará varios días y será para verificar si hay una mayoría que pueda sustituir a la actual.
Peleas interminables
La oposición se ha mostrado disponible a apoyar un Gobierno de responsabilidad nacional que tome medidas drásticas para sacar al país de la crisis y que, de paso, quizá cambie el desastroso sistema electoral vigente, fuente de inestabilidad, aunque eso puede abrir peleas interminables. La idea más repetida es que estaría dirigido por un técnico de alto perfil, el economista y excomisario europeo Mario Monti. Se barajan también nombres de la órbita 'berlusconiana', como su mano derecha Gianni Letta, pero al parecer se ha negado, o el delfín de 'Il Cavaliere', Angelino Alfano, rechazado sin embargo por la oposición.
No obstante, cualquier operación de este tipo necesita el visto bueno del partido de Silvio Berlusconi , o de una fuga consistente de un sector de descontentos. Pero el magnate se niega en redondo a quedar relegado en la sombra mientras la legislatura sigue sin él y solo quiere elecciones anticipadas. «En democracia no se puede pensar que gobierne quien ha perdido las elecciones, sólo veo la posibilidad de nuevos comicios», repitió ayer el magnate. La Liga Norte, socio de gabinete de Berlusconi , es de la misma opinión, pero con el partido de Umberto Bossi nunca se pueden descartar sorpresas. Entre otras cosas, también les interesa cambiar la ley electoral, que les perjudica mucho. Si al final hay comicios podrían ser en enero o febrero. Como en Grecia.