Aznar: «Rajoy no tendrá luna de miel porque España está en bancarrota»

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, arremetió contra la gestión económica de los socialistas al advertir a Mariano Rajoy de que no tendrá tiempo de disfrutar de los cien días de cortesía porque no hay tiempo para una «luna de miel» ante la situación catastrófica de España, que calificó de «bancarrota». Además, anunció que el nuevo Gobierno del Partido Popular deberá adoptar decisiones urgentes a los pocos días de tomar posesión porque «España es un país intervenido».

El presidente de Honor del PP aprovechó un almuerzo con los militantes de León para contraponer la gestión de Zapatero con la etapa entre 1996 y 2004. Y, además, se refirió a los resultados de la campaña electoral -incluido el debate- como el pésimo «colofón» del periodo socialista.

De igual forma, se mostró «profundamente preocupado» por la situación del país, aunque esperanzado ante un seguro cambio político que conseguirá devolver a España a la senda de la prosperidad. Sobre el debate, afirmó que «nunca había visto» cómo un candidato dimite de su única condición, ante las preguntas que realizaba Rubalcaba a Rajoy. Para Aznar es inédito que un aspirante a la Presidencia del Gobierno se convierta en un «intrépido y sagaz» reportero capaz de preguntar a su contrincante. «Yo les hubiese cesado a todos», dijo en referencia a los asesores del candidato socialista.

«Un sinfín de problemas»

Aznar enumeró el «sinfín de problemas» que tiene el país: desde la «seria» debilidad territorial a las administraciones con dificultades de financiación. Pero donde hizo hincapié fue en la contabilidad del país: «Vivimos en un país económicamente intervenido porque el Banco Central Europeo lleva comprando deuda desde el mes de agosto sin parar. Y eso es una intervención de la economía española», aseguró Aznar.

Para el presidente de la Fundación FAES el principal problema que lastra al país es la financiación de las empresas, la falta de créditos. «Digamos la verdad a la gente por dura que sea», enfatizó. Para Aznar no vale la resignación y descartó cualquier excusa para salir del «agujero en el que nos han metido».

Abogó por recuperar la concordia y el compromiso para poner fin a una etapa de sectarismo y confrontación. Frente a las «sonrisas inútiles» contrapuso «las decisiones útiles» que deberá adoptar Mariano Rajoy, un político «serio, responsable y seguro», definió.