«Al nuevo Gobierno solo le pido que busque la unidad»
Belen Madrazo, registradora de la propiedad, afirma que la sociedad española está preparada para salir de la crisis
MADRIDActualizado:Belén Madrazo Meléndez es madre de trillizos, registradora de la propiedad y mercantil en Huesca y una mujer optimista por naturaleza que reconoce abiertamente que es “muy feliz”. Algo que, matiza, se propone cada mañana al levantarse y parece que consigue cuando regresa al mundo de los sueños. En estas elecciones quiere que gane “el mejor” pero, sea cual sea el resultado del 20-N, tiene claro que quien ocupe el palacio de La Moncloa tendrá una misión casi única, la búsqueda del consenso, de la unidad. En definitiva, la no confrontación.
El objetivo en primera instancia, dice, es también único: salir de la crisis. Algo para lo que, señala, los españoles estamos preparados: “Somos una sociedad madura y seguro que encontraremos el camino”. “Se ha de trabajar por la unidad, por el empleo, no por derrotar al enemigo, que es el mismo para todos: la crisis”, afirma.
Una crisis, apunta, que también ha tocado al sector en el que trabaja, que ha vivido una suerte de ‘burbuja’ de bonanza alimentada por la otra burbuja, la inmobiliaria. “Los registradores también hemos sufrido . L os ingresos, muchos vinculados a la vivienda, han caído de media un 46%”, recalca. En este punto, Belén apuesta por el optimismo, y asegura que “eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor está bien para la poesía, pero los tiempos que corren requieren tenacidad, y los españoles sabremos reponernos de la crisis”.
Al entrar en harina electoral, Belén prefiere no ‘mojarse’ sobre sus preferencias personales, y explica que Alfredo Pérez Rubalcaba le sugiere a primera vista “audacia”. Mientras, Mariano Rajoy le evoca “tenacidad y gran capacidad de trabajo”. A ambos les pide una profunda reflexión para mejorar la educación en España. “No estoy satisfecha con la educación que reciben los niños y los jóvenes, algo en lo que hay que poner mucho más énfasis”, subraya.
Si se le pregunta qué primera medida tomaría ella si fuera presidenta, lo tiene claro: “me rodearía de gente inteligente, algo que en los últimos tiempos no se ha hecho”. ¿Eso de una presidenta de Gobierno es una quimera en un mundo, el político, dominado por hombre? . Ella lo tiene claro: “España está tan preparada para tener una presidenta como para tener una reina”. Esta registradora especializada en Consumo y Medio Ambiente rehúye de la paridad por obligación, pero sí defiende que sólo con una norma que imponga un porcentaje de mujeres se pueden romper inercias y lastres históricos.
A su juicio, se debería dignificar la profesión de político pues, asegura, es una labor “muy dura”. Eso sí, prefiere perfiles “profesionales” y bien formados y “eliminar a los políticos impostores”. Ella no es militante de ningún partido –ni tiene intención de serlo-, pero sí tiene amigos que se dedican a ese oficio y alguna vez ha ido a un mitin. Sólo “por curiosidad sociológica”, aclara. Y le han gustado: “los políticos tienen algo de artistas, son como un espectáculo musical, supongo que los afiliados saldrán henchidos”. Anima a la gente a ir a votar pues, sentencia, “es más inteligente” que no hacerlo.
Sobre José Luis Rodríguez Zapatero, Belén cree que pasará a la historia como uno más, “no tan diferente de otros ex presidentes de su partido”. Y respecto al movimiento 15-M reconoce tener sensaciones encontradas. Admite que es una “indignada contenida” , pues, afirma, “hoy no estar indignado es casi no ser racional”. Pero se aparta de la deriva del movimiento social que ella entiende un tanto politizada.
Afable siempre, sólo cambia de cara al hablar de ETA. Y explica que recibe con “cautela” el anuncio del ‘cese definitivo de la actividad armada’ del grupo terrorista. Un hecho que conoció cuando viajaba en un tren y que –señala- no le produjo sentimiento alguno. “El final de ETA no es un triunfo del partido socialista ni algo que cause desazón en el PP, es una respuesta debida a una sociedad que ha sabido aguantar y salir a la calle sólo con su voz y no con las armas”, concluye.