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Imagen aérea de la playa de El Palmar, en Vejer, que se verá afectada por el desarrollo previsto en el POT. :: LA VOZ
urbanismo

La Junta aprueba el POT de la Janda que prevé 6.000 plazas hoteleras

Ecologistas en Acción advierte de que irá a los tribunales si se permite el macrocomplejo turístico de El Palmar y construir en Mangueta

Elena Martos
Cádiz Actualizado:

Tras años de espera, el Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la Janda cuenta al fin con todas las bendiciones administrativas. El Consejo de Gobierno de la Junta le dio ayer luz verde con el mismo aspecto que salió tras su paso por la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Andalucía (COTUA) el pasado julio.

Uno de los asuntos más destacables de aquel proceso fue la exclusión de tres áreas de interés turístico: el Següezal y el Bujar, en Barbate, y el kilómetro de playa de Mangueta, en Vejer. Ésta última está considerada en el plan como una de las zonas no urbanizable, sin embargo, se contempla una instalación hotelera, calificada de actuación de interés público.

Esas plazas formarán parte de las 6.000 que se podrán crear en la zona y que están previstas en este plan. Según apunto ayer la consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz Villalón, tras la reunión del Consejo de Gobierno, «el documento establece las bases para el desarrollo equilibrado y la cohesión territorial». En total identifica hasta siete zonas de desarrollo turístico, vinculadas al segmento del golf y a mejorar la actividad en las zonas de interior. Así, se plantean actuaciones como la ampliación de los campos de juego de Benalup y Montenmedio y la priorización de construcciones hoteleras en Alcalá, Medina y Paterna.

Los alcaldes de los municipios incluidos en este plan territorial se mostraron ayer cautos a la hora de hacer valoraciones, sin embargo, en declaraciones anteriores han defendido la puesta en marcha de importantes proyectos como el macrocomplejo turístico de Malcucaña, en El Palmar, o el campo de golf del Següezal, en Barbate. Este tipo de iniciativas han topado con el rechazo de las organizaciones conservacionistas, que temen que el ladrillo llegue a los pocos espacios libres que aún quedan en el litoral gaditano.

Lola Illescas, portavoz de Ecologistas en Acción, consideró ayer que este plan «no ofrece ningún tipo de equilibrio», puesto que «no contempla una de las mayores urbanizaciones que se plantean en la zona», en referencia al Següezal. También advirtió de que «si el plan facilita la construcción del macrocomplejo en Malcucaña, iremos al contencioso administrativo». Y justificó esta decisión en que está considerado como terreno inundable.

También plantearon esa posibilidad con el plan previsto en Mangueta, considerada como zona de protección y sin embargo se plantea una construcción hotelera.

Al margen de los aspectos más controvertidos, el POT prevé también cinco áreas de residenciales repartidas entre Barbate, Benalup, Conil, Medina y Paterna, donde se podrá levantar hasta 3.870 nuevas viviendas, de las que más de 2.100 serán de VPO.

Además de las reservas de suelo, el documento diseña también un sistema de espacios libres integrado por el corredor litoral y por tres grandes parques vinculados a la naturaleza en Río Roche, San Ambrosio (Vejer y Barbate) y El Jardinillo (Benalup). A ello se sumarán dos pasillos fluviales: uno desde Alcalá de los Gazules hasta la desembocadura del río Barbate y otro de este cauce hasta el pantano de Celemín.

En general, incluye inversiones públicas por valor de 233 millones en los próximos 15 años y recoge como principales objetivos diversificar la economía del interior de la comarca; mejorar su integración con los ámbitos colindantes de la Bahía, Jerez y el Campo de Gibraltar y preservar las zonas que deben quedar excluidas del proceso de urbanización.