Caos en la gestión de las bodegas
Los administradores concursales van a pedir a los nuevos dueños que aporten documentación de la propiedad de las empresas y las marcas
Jerez Actualizado:«Ni aparecen los Ruiz-Mateos ni tampoco hacen acto de presencia los nuevos dueños. Aquí lo que hay es mucha incertidumbre de cara al futuro». Ésa es la sensación que desde hace ya semanas sobrevuela sobre los trabajadores de las bodegas que Nueva Rumasa tiene en el Marco de Jerez y que viven inmersas en un caos en la gestión desde que la familia de José María Ruiz-Mateos anunciara la venta al grupo Back in Business.
No en vano, tal como explicaron ayer a este medio desde fuentes sindicales, los propios administradores concursales de las bodegas del Marco que eran hasta hace poco de los Ruiz-Mateos van a dar un plazo de unos diez días al grupo del valenciano Ángel de Cabo para que clarifique totalmente la propiedad de estas empresas y las marcas de vinos y brandies, «porque todo está confuso y hay muy poca transparencia al respecto».
Las mismas fuentes sindicales, que participaron la pasada semana en una reunión en Sevilla con todos los administradores concursales de las bodegas del Marco de Jerez de Nueva Rumasa (Complejo Bellavista, Teresa Rivero, Bodegas Valdivia y Zoilo Ruiz-Mateos) pusieron de relieve que por el momento la gestión de estas empresas está recayendo casi en exclusiva en manos de los expertos nombrados por la justicia, «quienes van a dar este paso para tratar de poner orden en las empresas y evitar más problemas y el caos actual».
Uno de los últimos ejemplos ha ocurrido estos días en los centros de trabajo, en el que entre los propios trabajadores han surgido problemas después de que parte de la plantilla impidiera ayer entrar al Complejo Bellavista a compañeros que están adscritos a otros centros de trabajo pero que siempre han desarrollado su labor en Garvey.
«Tienen allí su mesa y su ordenador, su oficina, pero cuando trataron de acceder a las instalaciones a las siete de la mañana no les dejaron entrar algunos representantes del comité que estaban a las puertas de la bodega con una pancarta», destacaron ayer las fuentes sindicales.
También se suspendió la asamblea de todos los empleados de las bodegas que se iba a celebrar ayer por la tarde y en la que se le iba a trasladar a la plantilla el contenido de la reunión mantenida la semana pasada con los administradores concursales.
En esta tesitura, desde los sindicatos ya esperan que se aclare cuanto antes la situación y recuerdan lo que ha ocurrido ya en otras empresas que fueron de los Ruiz-Mateos como Trapa, en la que la semana pasada el Juzgado Número 1 de Palencia suspendió las facultades y atribuciones de los anteriores administradores de la compañía, en concurso de acreedores, así como del Grupo Back In Business.
El juez estimaba así la petición formulada por los administradores concursales, y apuntaba que existe una «opacidad y desconocimiento» sobre quiénes son los dueños reales de las empresas en concurso, y una serie de sociedades interpuestas domiciliadas en Belice, lo que a juicio de éstos «difuminan la identidad de los verdaderos propietarios de las empresas».
Lo mismo había ocurrido ya en septiembre con la empresa Chocolates Elgorriaga, donde se apartó a Nueva Rumasa de la gestión.