Con amigo de la niñez y 'sparring'
El líder popular se preparó las respuestas para una amplia gama de momentos delicados durante 48 intensas horas con su equipo
MADRID.Actualizado:Mariano Rajoy, traje gris, camisa blanca y corbata azul, un poco torcida, llegó al Palacio de Congresos de Madrid a las 21:03 minutos con puntualidad británica. Lo acompañó una parte de su equipo y de un refuerzo ajeno a la política, Tomás Yribarren, amigo de la infancia del líder del PP. Su misión, la misma que desempeñó en 2008, será la de aportar una visión más fresca, alejada de tecnicismos y, sobre todo, con la crudeza y sinceridad con la que sólo se pueden expresar los 'colegas'.
El núcleo duro de los asesores que se desplazó hasta el debate, estaba formado por Ana Mato y Esteban González Pons, directora y portavoz de la campaña electoral; el sociólogo de cabecera de Rajoy -que también lo fue de José María Aznar- Pedro Arriola y, Jorge Rábago, director de telegenia del PP.
Un equipo con el que Rajoy compartió las últimas 48 horas de intenso trabajo, en el que también participaron Soraya Sáenz de Santamaría, que aportó fichas de colores con los principales datos económicos y sociales de la legislatura, y Jorge Moragas. Con los cuadros intentó clarificar la marea de cifras que manejó durante disputa dialéctica.
La preparación exhaustiva incluyó un par de 'asaltos' con un peculiar sparring, el propio Arriola que hizo de Rubalcaba. En el ejercicio ensayaron los posibles momentos tensos que podría plantear el aspirante socialista durante el cara a cara. Y lo hicieron, según fuentes del partido, con tesón y realismo.
Rajoy trabajó para mostrarse sereno y seguro del mensaje que quería transmitir. Desde el principio, la estrategia fue la de llevar la conversación a su terreno, es decir, al empleo y a la economía. A cualquier envite de su oponente la idea era responder, de inicio, con una sonrisa y, en ningún caso entrar en el cuerpo a cuerpo, un error que sí cometió en exceso en uno de los debates de 2008, cuando José Luis Rodríguez Zapatero sacó a relucir la guerra de Irak.
Hay tiempo
Los populares tienen una confianza ciega en que su jefe de filas saldrá victorioso, aunque explican que si se produjera una «catástrofe» tampoco sería irrerversible porque quedan muchos días para las elecciones y la situación se podría reconducir.
Mientras se desplazaba desde su casa, en una urbanización de Aravaca , en el norte de Madrid, el candidato del PP envió un 'tuit', muy político e impersonal, en el que resumió el espíritu con el que llegaba a la cita más crucial de la campaña: «Espero que el debate sea interesante para todos. Se trata de sumar contra la crisis y por un futuro mejor».