«Nunca he entendido que un país se despreocupe de sus inmigrantes»

La vida de Amanda ha dado un giro de 180 grados desde que alcanzó la mayoría de edad. Desde entonces esta brasileña afincada en Logroño ha visto no solo cómo pasaba a engrosar la lista de inmigrantes ilegales en un país al que llegaba en 2005 siguiendo los pasos de su madre, sino que, actualmente, debe hacer frente a una orden de expulsión tras haber sido identificada por la Policía. “Me han puesto una multa de 500 euros y me han invitado a salir de España”, explica una joven que, curiosamente, ha estado escolarizada en centros educativos tanto de Galicia, donde aterrizó inicialmente, como de La Rioja.

Hoy, inmersa como está en un intento de regularización para el que necesita demostrar un arraigo que las autoridades ponen en duda pero los abogados dan por probado, Amanda mira con recelo al próximo 20-N y teme las consecuencias que los resultados electorales puedan traer a todo lo que tenga que ver con su proceso. Y es que Sousa Caixeta, admiradora como es de una figura como la del expresidente brasileño Lula Da Silva, considera que la política de inmigración que planteará el PP tras su virtual victoria en las generales será mucho más dura que la llevada a cabo por el PSOE.

Amanda da voz a un colectivo que reivindica su papel en el desarrollo de España en los últimos años: el de los inmigrantes, regulares o no. “No puede ser que cuando nos necesitaban, bien que nos querían, y ahora que no nos necesitan te digan chao”, sentencia. Máxime cuando, a su juicio, España es lo que es gracias, en parte, a los extranjeros que un buen día decidieron venir para quedarse.

La joven habla con conocimiento de causa pues eso fue exactamente lo que hizo su madre: dejar atrás familia y raíces en busca de oportunidades y un futuro mejor. De hecho, la decisión la tomó cuando en Europa aún no se había pronunciado la palabra crisis. Tiempos de bonanza en los que para encontrar empleo ni siquiera hacían falta papeles. Hoy, la situación económica ha cambiado, y con ella los planes de vida y de futuro de quienes como Amanda luchan por buscar su sitio. “No quiero irme, pues tras más de seis años aquí tengo una vida, estoy preparándome y no me gustaría echarlo todo a perder; ahora bien, tampoco quiero que me metan en el primer avión de vuelta y me sometan a una humillación”, cuenta la brasileña, oriunda de la región de Minas Gerais (Minas Generales, en portugués), con el recuerdo aún reciente de su paso por comisaría.

Partidaria de Zapatero, y por ende, de Rubalcaba, al que confiesa conocer menos, Amanda Sousa Caixeta aplaude medidas socialistas como el proceso de regularización de inmigrantes puesto en marcha durante su primera legislatura, cuando su madre y ella misma llegaron a España, y pone en valor la sensibilidad del todavía presidente con el conjunto de la comunidad extranjera. “Nunca he entendido que un país se despreocupede sus inmigrantes, pues somos personas con los mismos problemas que el resto”, concluye.