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ANTE EL 20N

CARLOS MORILLO
LA CERBATANAActualizado:

Desde las últimas elecciones generales de 2008 la tasa de desempleo en España ha subido del 9% al actual 21%. Con este panorama tenemos que ir a votar. El sentido común nos diría que sería de masoquista (o de idiota, como se han atrevido a decir algunos irresponsables) votar al partido que ha estado en el gobierno este tiempo y, por tanto, responsable de esta sangría en el empleo. Esto nos llevaría a votar al partido de la oposición presumiendo que no lo hará tan mal y, malo será, que no consiga bajar estas alarmantes cifras.

Pero, claro, también podríamos argumentar que al gobierno le ha sido imposible reducir estas tasas de desempleo puesto que, cada vez más, las decisiones políticas y económicas no son autónomas y no dependen de él en exclusiva sino que intervienen numerosos actores externos, llámese Unión Europea, los maléficos mercados, patronal, etc. Ante este planteamiento supondríamos que, aún gobernando el partido de la oposición, es decir, el Partido Popular, su poder de decisión es muy reducido por lo que su política económica diferirá más bien poco del gobierno saliente.

Con este poco margen de maniobra para los electores, nos han convocado a votar el próximo 20N, aniversario de la muerte de Franco, Jose Antonio o Buenaventura Durruti. Y debemos votar con responsabilidad, con la responsabilidad de saber que nuestro voto vale mucho ya que todos lo quieren. Queda en nuestra conciencia votar al partido principal responsable del desastre de estos últimos tres años y medio o votar al partido que ya anuncia los gobiernos más austeros de la Historia sabiendo lo que ello conlleva y lo que puede significar para el estado del bienestar de los ciudadanos. Los grandes beneficiarios de la actual partitocracia llamarán a nuestra puerta pidiéndonos el «voto útil» y nosotros deberemos decidir si seguir legitimando este sistema democrático que se ha quedado obsoleto y con numerosas carencias que ellos mismos ocultan por su propio beneficio o decantarnos por el «voto alternativo». De nosotros depende.