Nico Terol entra en la historia del motociclismo
La caída de Zarco en Cheste confirmó su triunfo en una carrera que terminó ganando el joven catalán Maverick Viñales El piloto alcoyano se proclama campeón con un segundo puesto en Valencia
Actualizado:El deporte, a veces, es justo. El último Campeonato del Mundo de 125cc no podía tener otro ganador que Nico Terol, vencedor de ocho carreras y líder durante toda la temporada. Sin embargo, una lesión (en Assen), un problema mecánico (en Brno) y la regularidad de Johann Zarco, un francés que no entraba en los pronósticos pero que llegaba a Valencia como el único piloto del Mundial que había puntuado en todas las carreras, mantuvieron la lucha por el título abierta hasta la última prueba. La lluvia, intermitente todo el fin de semana, puso las cosas más difíciles al español, que solo necesitaba terminar entre los once primeros para ser campeón, pero podía perderlo todo si sufría una caída. Al final, todo salió bien y Nico Terol pudo escribir su nombre con letras de oro en la historia del motociclismo: será para siempre el último campeón del mundo de 125cc.
La carrera fue declarada en seco, pero en la pista había tramos húmedos. Había que controlar los nervios, y pilotar muy fino, sin asumir riesgos pero suficientemente rápido para mantenerse entre los diez primeros. Pero todo se aclaró en la tercera vuelta, cuando Zarco, que no había fallado en todo el año, se fue al suelo: la gloria ya era del alcoyano, que espantó sus demonios al ver el mensaje «5 KO» en su pizarra. «Cuando he visto a Zarco en el suelo he tardado un par de vueltas en reaccionar, porque no me lo acababa de creer. Estaba en una nube», explicó el ganador de un título que se resolvió con una carambola cien por cien valenciana: Terol, que corre con el equipo de Jorge Martínez Aspar, se proclamó campeón cuando Zarco se cayó en la curva Champi Herreros del circuito Ricardo Tormo. Los cuatro valencianos campeones del mundo de motociclismo están implicados, de alguna forma, en el título de Nico. «Es el día más feliz de mi vida. Ser campeón es el sueño que estado persiguiendo desde que era un niño», proclamó. Con el título asegurado, Terol empezó a divertirse sobre la moto y se lanzó a la remontada, alcanzando la primera plaza en el ecuador de la carrera. «Quería ganar, pero optamos por un neumático más blando para minimizar los riesgos en las primeras vueltas, y al final no he podido luchar con Viñales», relató el alicantino, que admitió haber tenido «algunas lagunas de concentración». «Porque ya me sabía campeón -reconoció- y me venían pensamientos muy bonitos mientras pilotaba».
Tras 24 vueltas, cayó la bandera de cuadros y llegó el éxtasis. «Al cruzar la meta me ha venido a la cabeza la imagen de Dani Pedrosa cuando ganó su primer título, también de 125cc, en 2003. Él era mi ídolo de niño, y aquel día decidí que quería lograr lo mismo que él», explicó después de celebrar el éxito, primero con la afición (encendió una traca al borde de la pista) y luego con su equipo en el box. A Marisol, que es como Nico llama a su moto, le pusieron el número 1 de campeón, y Solex -un pequeño ratoncito de peluche que Terol y sus mecánicos tienen como mascota- apareció ataviado con el peto de campeón, el mismo que se enfundaron el piloto y todos los miembros del equipo para la celebración.
Próximo reto, Moto2
De apariencia siempre calmada, Terol relató después de coronarse el sufrimiento que le ha costado soportar la presión de ser el gran favorito: «Desde el principio todas las miradas se centraban en mí y llevar esta presión no ha sido fácil. Este año ha sido el que menos he dormido, pero soy duro, muy trabajador, y gracias a Xavi (su mánager) y al equipo lo he podido sobrellevar». «Las cosas que cuestan más saben mejor. Nadie ha sudado tanto este título como nosotros», valoró recordando sus siete años de trayectoria en 125cc.
Con el campeonato en el bolsillo, Nico Terol no tiene tiempo ni de celebrarlo, hoy ya prueba la moto2 que pilotará el año que viene, también en Cheste. «Me lo tomo como un regalo», asegura, aunque de lo que en realidad tiene ganas es de «comer más». «Sobre todo chocolate -los pilotos de 125cc deben cuidar mucho el peso-, y dar un paseo con mis perros por el campo».
La fiesta de Terol y del equipo Aspar, con Faubel también en el podio, habría sido del todo completa con un triunfo, pero Viñales, siempre ávido de gloria, se reivindicó con una nueva victoria. 'Mack', a quien Dani Pedrosa calificó hace días como «el debutante más impresionante» que ha visto en el Mundial, cierra su año de estreno con cuatro victorias, nueve podios, el tercer puesto en el campeonato, y el honor de ser el mejor 'rookie' de la historia del octavo de litro, con 248 puntos.