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Messi salva un punto bajo la lluvia
El equipo azulgrana iguala en el 91' un gran partido de ambos conjuntos y se queda a tres puntos del líder, el Real Madrid Barcelona y Athletic firman un empate épico en San Mamés
BARCELONA. Actualizado: GuardarLos equipos demuestran que son grandes cuando son capaces de adaptarse a todas las circunstancias. El Barça lo es. Bajó al barro de San Mamés y arrancó un trabajado empate que le aleja a tres puntos del Real Madrid. Empate y gracias, porque las tablas no llegaron hasta el minuto 91, cuando ya parecía que el Athletic se iba a quedar con la victoria. Pero apareció Messi, que no se había estrenado nunca en Bilbao, e igualó un choque explosivo, un partidazo marcado por la lluvia.
El Athletic planteó un partido muy físico y el Barça aceptó el reto. Los de Bielsa pusieron sobre el tapete un encuentro vibrante, sin pausa, de ida y vuelta, como los de hace años, con muchos jugadores deslizándose a ras de hierba, lo que dificultaba la precisión. Los 'leones', ya sea con Caparrós, Valverde o Bielsa, siempre juegan igual. La receta les funciona y hacen de San Mamés su fortín. Si el visitante quiere ganarles tiene que correr tanto como ellos. Y tiene que presionar tanto como ellos y, por supuesto, tiene que tener más acierto que ellos.
El partido arrancó con una intensidad enorme. La lluvia, el barro y el entorno le daban al encuentro un sabor añejo, británico. El Athletic, que jugó el jueves en 'Europa Legue' y que en la primera parte demostró un físico envidiable, presionaba muy arriba la salida de balón del Barça, que corría a una velocidad endiablada, pero no podía ser todo lo preciso que quería por culpa del estado del terreno de juego. Los bilbaínos, con una maraña de cinco hombres en el centro del campo, intentaban robar la salida de Busquets, Xavi e Iniesta, para lanzar rápido la contra hacia Llorente, Herrera o Muniain.
En el 20, el Athletic presionó la salida de balón, Mascherano resbaló, Susaeta se hizo con el esférico, se internó por la banda, y pasó atrás a Ander Herrera, que desde el borde del área, impecable, encontró la escuadra de Valdés. El Barça no se descompus. oGran centro de Abidal con la zurda y, desde el punto de penalti, Cesc, de cabeza, empató el choque. .
En la segunda parte, la intensidad se mantuvo, pero había dos agravantes: el Athletic ya no estaba tan ligero físicamente y el campo se parecía cada vez más a una piscina. Los de Bielsa siguieron presionando y se adelantaron en un saque de esquina que remató de casualidad Llorente y Piqué, de rebote, acabó de alojar en la red. El Barça caía sobre el diluvio de Bilbao. Había sabido bajar al barro y su esfuerzo merecía recompensa. Messi hizo bueno el dicho de que el que la sigue la consigue. Se internó por el centro, recogió un rebote y cruzó sobre Iraizoz. Empate justo en un partido que se le quedó corto al Barça.