ESPAÑA

LOS ASESORES

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Los asesores tienen mala prensa y en los partidos circula una broma según la cual «son gente que te dice lo que tú ya sabes pero cobran por hacerlo». Sin embargo, a los políticos siguen pareciéndoles imprescindibles y no saben vivir sin ellos, sobre todo en campaña electoral. De hecho, mañana, nada menos que seis asesores acompañarán al debate televisado a cada uno de los dos candidatos en liza. Estos expertos -que estarán en sus respectivos camerinos y no podrán seguir el programa en el estudio- suelen guiarse por los estudios de opinión para aconsejar a sus políticos. El CIS ha venido a confirmar las expectativas de voto que apuntaban otros sondeos pero ofrece también otros datos muy llamativos de indudable valor para las estrategias electorales. A la vista de las respuestas, podemos suponer que los ciudadanos quieren un cambio más que nada porque están muy enfadados con el PSOE. Pero las opiniones están llenas de contradicciones como suele ocurrir en otras encuestas, en las que todo el mundo dice que ve los documentales de La 2 en TVE pero los datos de audiencia de la cadena lo desmienten.

El rechazo de las mayorías absolutas es compatible con el deseo de que el PP gobierne con holgura; muchos dicen que no les interesa la política pero se prevé una elevadísima participación; los dos grandes partidos siguen repartiéndose el grueso del voto cuando sus líderes cuentan con una pobre valoración, y lo más llamativo: el vuelco a la derecha resulta arrollador mientras que su candidato merece escasa confianza.

Más que preparar los argumentos, los asesores de Rajoy yRubalcaba tienen que trabajar su capacidad de empatía con la audiencia. Deben entrenarlos especialmente en el ámbito de las emociones para que transmitan la capacidad de liderazgo de la que carecen, según el CIS. Los seis expertos del favorito a la Moncloa tienen otro reto dificilísimo porque Rajoy tiene que generar, además, la confianza que necesita todo gobernante. Dicen los clásicos que nadie gana las elecciones por ganar un debate pero puede perder apoyos si fracasa ante las cámaras.