San Mamés acoge un intenso duelo entre clásicos

No hace mucho, en 2006, Pep Guardiola era un joven aspirante a entrenador que buscaba consejo y formación por todo el mundo. El de Santpedor bebía en las fuentes de inspiración de Cruyff, Rexach, del fútbol italiano y también de Marcelo Bielsa, a quien visitó en su casa argentina. Hoy, cinco años después, el de Rosario y el catalán volverán a verse, pero no en torno a una mesa, sino en el terreno de juego, en Bilbao, y con tres puntos en juego.

Consciente de la carga histórica que tienen los choques en San Mamés (el Barça, en 80 visitas, solo ha ganado 22 veces), el técnico azulgrana advirtió ayer a los suyos de lo que les espera: lluvia, terreno rapidísimo, presión, agresividad hasta el límite del reglamento y partidos de ida y vuelta. «Hay que ser más valientes que ellos para ganar. Nos vendrán a buscar desde el primer al último minuto», expresó Guardiola, que en contra de lo que dice la historia, no ha perdido nunca en Bilbao como entrenador (tres victorias y un empate). El míster blaugrana recupera a Xavi e Iniesta y por primera vez en lo que llevamos de curso podrá alinear a su once de gala, con Isaac Cuenca en lugar de Pedro.

Mientras, los rojiblancos, después de un arranque liguero algo titubeante, reciben al Barça en el mejor momento de la temporada. Llevan seis partidos consecutivos sin perder en Liga, se han asegurado el pase a la siguiente fase en la 'Europa League', y miran más hacia los puestos de arriba que hacia los peligrosos del descenso. El argentino también podrá contar con su alineación ideal y, por supuesto, su tridente ofensivo: Ander Herrera, Muniain y Llorente.

No hay caso Villa-Messi

El Barça saltará al césped para seguir en la pugna por el liderato con el Real Madrid y para tratar de acallar la rumorología negativa que de vez en cuando visita la sala de prensa del Camp Nou. Guardiola, una vez más, fue tajante. «Es imposible enemistarse con David (Villa). Es demasiado buena gente. Demasiado generoso en el juego, en su vida personal, con su gente y con Leo (Messi). Es imposible que uno se pueda llevar mal con David», señaló.