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FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

El Valencia se impone en el fuego

El equipo de Emery ganó un derbi de alta tensión e impidió al Levante su regreso al liderato

Javier Bragado
VALENCIA Actualizado:

Mintieron. Durante los días previos al derbi aseguraron los futbolistas que la pelea en los vestuarios del año pasado estaba olvidada, que el gesto obsceno de Ballesteros no se recordaba o que el polémico gol de Mata en la primera vuelta era agua pasada. Bastó el gol de Javi Venta en propia puerta para activar las emociones.

Antes Barkero había ofrecido un destello de su calidad sin que Juanlu pudieran marcar, pero cuando el lateral del Levante metió el balón en su portería se dispararon las pasiones. El ardor hirió incluso a los aficionados. Cinco valencianistas fueron trasladados a un hospital tras ceder la valla a la que se acercaron los futbolistas a celebrar el tanto que habían construido un gran pase de Tino Costa y un desmarque de Jordi Alba.

Se alcanzó el punto de ebullición de la sangre de los jugadores. Viejas batallas y antiguas cicatrices salieron a relucir. Alba enseñó el codo a Ballesteros, el central embistió minutos después a Soldado con el juego parado, Juan Ignacio Martínez entró dentro del terreno para recoger un balón y Juanlu soltó un manotazo a Rami en plena discusión. Todo un rosario de actividades propias de un derbi con casi 20.000 espectadores alimentando la tirantez en el que solo el descanso evitó la explosión.

Tan concentrados estaban los jugadores en lo extradeportivo que terminaron por olvidar el balón. Así, Munúa se despistó en un lanzamiento de falta que produjo el segundo gol del partido al confundir la curva de Tino Costa y el argentino pudo celebrar un tanto inesperado.

Ante el marcador adverso el Levante optó por encauzar sus altas pulsaciones hacia el fútbol y empujaron hacia el campo contrario para cambiar el papel de dominados por el de dominadores. Aranda entró en ayuda de Koné y se recurrió a Rubén Suárez en busca de otro gol milagroso. Se vaciaron granotas y che hasta la extenuación y ni siquiera la fatiga aminoró el ritmo de los corazones. No obstante, los de Emery demostraron más sangre fría y experiencia para defender su posición y Guaita apenas tuvo que trabajar.

Al final, numerosos golpes, nervios y palpitaciones para un derbi que cumplió en ambiente, impidió un nuevo liderato del Levante, situó a los che en la tercera posición de la Liga y dejó algún recado para próximos enfrentamientos.