Arcángel lleva la tradición y la vanguardia a su máxima expresión

Tradición y vanguardia. El flamenco de siempre y el que se mueve por inquietudes sonoras más actuales, aunque sin perder de vista las raíces. Ambos lados de la moneda -el anverso y el reverso-, que lo son también del arte, es lo que mostrará Arcángel hoy en el Teatro Villamarta con su espectáculo 'Olor a tierra'. «Un viaje de lo tradicional a lo más transgresor, como a mí me gusta», señala el cantaor onubense.

«Voy a Jerez con la idea de gustar y que la gente se quede satisfecha», confiesa Arcángel. Por ello, en su actuación de hoy, «hay un plus de responsabilidad» al tratarse de una tierra fecunda en cantaores, bailaores y guitarristas. Y espera que el público del Teatro Villamarta disfrute con «un trabajo coherente y elaborado, respetuoso con la música».

En el espectáculo 'Olor a tierra' abarca un repertorio amplio. Se comienza por lo más tradicional -tonás, alegrías, fandangos, tangos, bulerías- para ir avanzando hacia lo más vanguardista. Habrá algunas novedades, como la interpretación de algunos temas de su nuevo disco 'Quijote de los sueños', nombre que pretende ser un homenaje a Paco Toronjo, un cantaor con el que Arcángel se identifica.

En este nuevo trabajo se ha dejado seducir por la poesía de Juan Cobos Wilkins. Concretamente, por algunos poemas pertenecientes a su libro 'Biografía impura'. Y estos versos, que transmiten pensamientos profundos, han sido adaptados a los ritmos flamencos. Una dificultad añadida que refleja el carácter inquieto del artista.

'Olor a tierra' se percibe como un montaje donde se subraya «el equilibrio entre tradición e innovación». En esa dicotomía se mueve la inquietud creadora de Arcángel. En su opinión, «los cantaores actuales tenemos que recoger el legado y respetarlo». Sin embargo, esta responsabilidad no está reñida con el cambio.

Así las cosas, el cantaor onubense se esfuerza en «buscar nuevos caminos» y, a veces, éstos se encuentran «dejándose llevar». Lo que sí parece tener claro es que hay que «acercar el flamenco a otras músicas e intentar aportar sonidos nuevos». En cualquier caso, aclara que se siente bien en las dos vertientes, tanto en la de la tradición como en la de la vanguardia.