Irán se crece ante la amenaza israelí
Advierte a «EE UU y el régimen sionista» de que «sufrirán enormes pérdidas en caso de que se decidan a lanzar una operación militar
Actualizado:La cuenta atrás para la reunión de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) vuelve a poner sobre la mesa la amenaza del programa nuclear iraní. A falta de una semana para la cita de Viena, Israel eleva el tono frente a Teherán y habla abiertamente de ataques 'quirúrgicos' para frenar el desarrollo atómico del régimen islámico, para lo que ha probado incluso un nuevo sistema de propulsión para el lanzamiento de misiles. Washington, por su parte, endurece las sanciones y recuerda el supuesto complot para asesinar al embajador saudí en Estados Unidos por parte de agente iraníes, destapado el mes pasado, para mantener bien alta la tensión frente al eterno enemigo. Un frente común al que los políticos iraníes están acostumbrados.
En Teherán se mueven a la perfección en esta guerra psicológica desde hace tres décadas y han respondido con dureza colocándose siempre como víctimas de una posible operación militar. «EE UU y el régimen sionista saben que, si lo hacen, sufrirán unas pérdidas enormes», afirmó ayer el jefe de la Junta de Estado Mayor, general Hasan Firuzabadi. El ministro de Exteriores, Alí Akbar Salehi, tampoco dejó pasar la oportunidad para subrayar que su país «siempre ha estado preparado para la guerra», según recogió el diario turco 'Hurriyet'.
Una respuesta firme gracias, entre otras cosas, a los últimos misiles desarrollados por el régimen, con capacidad para alcanzar suelo israelí, y al estricto control sobre el estrecho de Ormuz, por donde sale al mundo buena parte del crudo de los países del Golfo. Pese a la amenaza militar, el tema nuclear supone una especie de salvavidas para el presidente Mahmoud Ahmadineyad -a las puertas de una moción de confianza por parte del Parlamento- ya que la cúpula del régimen está fragmentada y este es uno de los pocos puntos sobre los que los dirigentes no tienen discrepancias.
Socio sirio
El diario francés 'Le Figaro' encendió las alarmas a comienzos del mes pasado sobre la próxima cita de la AIEA al asegurar que, según fuentes próximas al organismo, con el nuevo informe «quedará al descubierto el carácter militar del plan atómico iraní». Desde Teherán piden pruebas, pero de momento las investigaciones del órgano internacional no han sido capaces de probar que el régimen islámico haya cruzado la línea roja.
Por ello los iraníes se sienten víctimas de una campaña internacional que también afecta a socios de Teherán como Siria, en el punto de mira por la represión de las manifestaciones contrarias al poder. El general Firuzabadi alertó de que, en caso de que la OTAN repitiera una operación como la de Libia contra Bashar el-Asad, «todos los musulmanes del mundo se levantarían contra ellos y no quedaría nada de EE UU ni de la entidad sionista». La OTAN, de momento, ha dejado claro que no piensa atacar ni a Damasco, ni a Teherán, según su secretario general, Anders Fogh Rasmussen.