El temporal provocó ayer un fuerte oleaje en Cádiz. :: MIGUEL GÓMEZ
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El temporal deja amarrada la flota pesquera y el servicio de catamaranes

El corte de las conexiones marítimas en la Bahía fue el principal trastorno en una jornada lluviosa pero con pocas incidencias

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La provincia amaneció ayer de nuevo cubierta de nubes negras y con la alerta naranja por riesgos importantes meteorológicos activada; si bien al mediodía ese aviso fue rebajado por el color amarillo, que prevé lluvias y vientos fuertes pero de menor entidad. La predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) señalaba ayer al cierre de esta edición, que esa alerta amarilla quedaba activada durante todo el fin de semana.

Pese a los inconvenientes que genera la lluvia, la jornada de ayer no fue complicada. Los bomberos realizaron entre las 19 horas del miércoles hasta las 19 horas de ayer 28 actuaciones; las más habituales: achiques en vía pública y retirada de elementos que podían caer en la calle y provocar accidentes.

Las precipitaciones más abundantes tuvieron lugar en el Campo de Gibraltar y en Grazalema. En esta localidad se registró el valor máximo: 90 litros por metro cuadrado.

Una vez más, las principales incidencias se vivieron en el transporte marítimo de la Bahía de Cádiz y en la flota pesquera. El servicio de catamaranes quedó suspendido y la mayoría de los pescadores se quedó en puerto. Tan solo hubo alguna embarcación de La Línea que quiso desafiar el mal tiempo.

A partir de la media tarde, el trabajo de los bomberos se centró especialmente en paliar los efectos del agua que había caído por la mañana, generando balsas de agua en algunos puntos de la Bahía como Chiclana. Así, en esta localidad, donde suelen originarse problemas en el extrarradio del municipio, se repitieron las imágenes de achiques en los caminos de Pago del Humo, El Sotillo o Pinar de los Franceses. En cambio, no hubo que lamentar ninguna incidencia en la zona centro.

A diferencia de otros años, estas últimas lluvias están poniendo a prueba algunas de las mejoras realizadas por los ayuntamientos para evitar inundaciones. En Chiclana, la empresa municipal ha venido desarrollando en los últimos meses una campaña de limpieza intensiva de imbornales y arquetas en distintos puntos del término municipal, para evitar los atascos por problemas de evacuación de pluviales.