El juez no imputa la autoría al único detenido por los fuegos del fin de semana

Una gamberrada, un juego muy peligroso o la obra de un pirómano. El abanico de hipótesis está abierto y donde todas las teorías confluyen es en las consecuencias. El autor o autores de los incendios del pasado fin de semana en La Isla han dejado de herencia cuantiosos daños y a una docena de vecinos sin su vehículo. Las pesquisas policiales siguen en pleno desarrollo porque si bien en la madrugada del lunes fue arrestado un individuo al que en un principio se le vinculaba con uno de los cuatro incendios; finalmente el juez no le ha imputado ese delito y lo dejó en libertad con cargos, pero por un delito de desobediencia y resistencia a agente de la autoridad.

Los bomberos tuvieron mucho trabajo este pasado fin de semana en San Fernando. En la madrugada del sábado al domingo, acudieron a tres incendios de contenedores que se declararon en las calles Profesor Antonio Ramos, Condesa Morales y Hermanos Lagarde. Esa sucesión de siniestros y con las mismas características -focos localizados en los contenedores y llamas que se propagan a los vehículos y vegetación próxima-, hicieron sospechar desde un primer momento que detrás de ellos estaba la misma mano. Los siniestros se registraron entre las 04.38 horas y las 08.15; si bien entre los dos primeros medió tan solo diez minutos entre aviso y aviso.

Desde ese instante, la brigada de Policía Judicial de la Comisaría isleña se hizo cargo del asunto, que engordaría a la noche siguiente con un cuarto fuego, que se declaró en la calle Juan de Austria. Con este siniestro, la Policía sumaba ya doce vehículos, diez contenedores y cuatro árboles calcinados por completo o seriamente dañados.

En la calle Juan de Austria fue localizado al que hasta la fecha ha sido el único sospechoso. Según fuentes policiales, se encontraba cerca del foco de las llamas y se puso muy agresivo con los agentes de la Policía Local cuando fueron a identificarlo. La versión que ofreció el detenido es que estaba ardiendo el coche de un amigo y nadie quería ayudarle a moverlo. Los agentes municipales le hallaron al sospechoso un mechero y un periódico doblado; pruebas insuficientes para mantener la imputación por un delito de incendio. Así, tras prestar declaración ante el juez, quedó en libertad, pero imputado por su actitud agresiva contra los agentes. Eso sí, fuentes policiales confirmaron que desde que se produjo esa detención, no ha vuelto a declararse ningún incendio de las mismas características.