Iñigo Urkullu: «Esos hábitos y maneras de proceder le descalifican»

Representantes del mundo de la política y la justicia se han manifestado tanto a favor como en contra del desliz verbal que cometió la juez Ángela Murillo al pronunciar "y encima se ríen estos cabrones" durante el juicio por el asesinato del concejal de UPN en Leitza (Navarra) asesinado en 2001.

Ramón Jáuregui, ministro de la Presidencia: "Veo inapropiado lo que dijo Murillo, comprendo que pueda haber una reacción sentimental pero un magistrado tiene que evitar ese tipo de manifestaciones".

Iñigo Urkullu, presidente del PNV: "Creo que han sido varios los exabruptos que hemos conocido de la juez hasta el momento, esos hábitos y maneras de proceder le descalifican (...) no es procedente ni de rigor ponerlos en paralelo o al mismo nivel de las actitudes de los terroristas que están siendo juzgados".

Ignacio Gordillo, exfiscal de la Audiencia Nacional: "Murillo es una magistrada extraordinaria, en todos los sentidos. Lo que expresó es un sentimiento que cualquier ser humano hubiera expresado ante unas personas que, delante de la viuda de una víctima del terrorismo, se ríen y falten al respeto de las víctimas. Comprendo que saltase, porque no hay derecho a ese desprecio".

Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del PP: "Me da rabia que se cuestione a la juez Ángela Murillo ya que realizó un comentario menos duro que lo que pensaban algunos. El problema es que el micrófono estaba abierto. La culpa es del micrófono, no hay que culpar a la juez y sí a los que se estaba riendo".

José Bono, presidente del Congreso: "Hizo una cosa muy mal pero decir lo que toda España piensa no es lo peor, la magistrada se equivocó no apagando el micrófono, pero quien se ríe ante una viuda que llora en una declaración la muerte de su marido es exactamente lo que ella dijo, más otra cosa, que es un asesino".