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Netanyahu busca apoyos contra Irán
Maniobras militares en el Mediterráneo y la prueba de un misil aumentan la especulación sobre un eventual ataqueEl primer ministro de Israel presiona al Gobierno y al Ejército para atacar el programa nuclear iraní
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLos tambores de guerra vuelven a sonar por los pasillos del Gobierno de Israel, cuyo Ejército probó ayer con éxito un nuevo misil balístico de gran alcance y con capacidad para portar cabezas nucleares. El test se realizaba el mismo día que la prensa israelí señalaba al primer ministro Benjamín Netanyahu y al titular de Defensa, Ehud Barak, como promotores de una iniciativa de Gobierno para atacar el programa nuclear iraní.
Según el diario 'Haaretz', que cita una fuente oficial de la que no desvela el nombre, Netanyahu y Barak estarían presionando al Consejo de Ministros y al Ejército para conseguir una mayoría que les permita lanzar un ataque. La preocupación sobre el desarrollo del programa de Teherán de enriquecimiento de uranio crece asimismo en Estados Unidos y en el Reino Unido, donde también se especula sobre una posible acción contra las instalaciones nucleares iraníes. Ayer, el diario 'The Guardian' aseguraba que el Ejército británico estaría preparándose para una potencial acción militar estadounidense contra Irán. Según el rotativo, el Ministerio de Defensa británico cree que Washington podría adelantar sus planes para atacar con misiles instalaciones nucleares iraníes, caso en que Londres ayudaría.
Ante los rumores, Teherán ya ha respondido advirtiendo a Israel y a EE UU de que un ataque militar ocasionaría «graves daños a Estados Unidos y al régimen sionista», dijo ayer el jefe del Estado Mayor del Ejército iraní, Hassan Firouzabadi.
Ningún alto cargo del Gobierno israelí ha confirmado por ahora públicamente la información de 'Haaretz' y ayer, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, aseguraba a la radio del Ejército que el 99% de lo publicado «no tiene relación alguna con la verdad». Lieberman, sin embargo, señalaba también que estas informaciones «han causado un gran daño» y que la seguridad del Estado no se puede discutir en los medios de comunicación.
El debate y la conmoción israelí de esta semana con el tema nuclear iraní lo desató el pasado viernes una columna del prestigioso periodista Nahum Barnea que fue publicada bajo el título 'Presión nuclear' en la portada del diario más vendido del país, el 'Yedioth Ahronoth'. Desde entonces, los ejercicios militares que han llevado a cabo las Fuerzas armadas israelíes con el Ejército italiano sobre Cerdeña, y la prueba ayer del misil balístico, del que no se han dado detalles pero que podría ser el tierra-tierra 'Jericó 3', no han hecho sino aumentar la especulación sobre un eventual ataque. Aunque estas pruebas y maniobras estaban planificadas desde hace meses, «proporcionan la música de fondo en un concierto del aparato militar preparándose para una posible operación a gran escala», señalaba ayer el columnista Anshel Pfeffer.
El complot fallido para asesinar al embajador saudí en Estados Unidos, del que la fiscalía americana acusa a Irán, ha vuelto a traer a la palestra el programa nuclear iraní. Los servicios secretos de Reino Unido y EE UU creen que Teherán ha conseguido restaurar su capacidad nuclear, seriamente dañada el año pasado por un ciberataque que saboteó las centrifugadoras que los iraníes estaban usando para enriquecer uranio.
Netanyahu también defendió ayer ante el Parlamento israelí la decisión del Gobierno de construir 2.000 viviendas en colonias de Jerusalén Este y en Cisjordania en represalia por el acceso de Palestina a la Unesco. La decisión fue criticada por la UE, la ONU e incluso por la Casa Blanca, que suspendió los fondos con los que contribuye a esta agencia de Naciones Unidas, pero que se mostraba ayer «profundamente decepcionada» por el anuncio israelí de la construcción de nuevos asentamientos.