
Cain, contra las cuerdas
El favorito republicano se contradice al defenderse de las acusaciones de acoso sexual a dos mujeres
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarLas viejas acusaciones de acoso sexual contra el favorito republicano Herman Cain a competir con Barack Obama no tenían visos de poder acabar con su campaña. De hecho, el lunes, cuando salieron a la luz y acusó a la izquierda de torpedear su éxito, las donaciones superaron los 400.000 dólares (casi 300.000 euros), el doble que en un día normal. Lo que sí tiene visos de hundirle es su propia reacción.
En cada aparición mediática de ese día Cain dio una versión diferente de los hechos ocurridos hace doce años, cuando el padrino de las pizzas era presidente de la Asociación Nacional de Restauranteros, donde al menos dos empleadas le acusaron de acoso sexual y recibieron una compensación económica a cambio de su silencio y de no llevar el caso a los tribunales.
Cain dijo primero ante el Club Nacional de Prensa no saber nada de ningún acuerdo, que luego citó en «unos meses de salario» como finiquito al terminar sus servicios. Al final del día parecía haber recuperado la memoria con insospechable claridad. «Recuerdo un incidente en la puerta de mi despacho en el que le mencioné a una mujer que tenía la altura de mi esposa y me llevé la mano a la barbilla para mostrar a donde me llega, pero nunca la toqué», explicó a la cadena conservadora Fox.
En alguna parte del país la mujer que aún permanece en el anonimato saltaba del asiento. El acuerdo de confidencialidad que firmó al aceptar el dinero con que evitó los tribunales le impide hablar, pero al día siguiente contactó a un abogado que cree que Cain ha violado ya ese acuerdo al narrar el incidente en términos «que básicamente la presentan como si fuera una frívola acusadora en busca de dinero», dijo Joel Bennet a la cadena de televisión CNN. El abogado, que asegura que hubo más de un incidente, contactó ayer a la organización de restauranteros para pedirle que libere a su cliente y le permita dar su versión de los hechos.
¿Ataque 'amigo'?
De la segunda mujer, de la que Cain dice no saber nada, 'The New York Times' asegura que recibió un año de salario a cambio de su silencio, tras un incidente que recuerdan al menos cuatro testigos y que ocurrió en un ambiente salpicado de alcohol. Cain, cuyo abogado participó en la firma del acuerdo que dice no conocer, perdió ayer los nervios cuando la prensa le preguntó al respecto. Como mínimo, el candidato ha demostrado no saber manejar los reveses que sin duda sufren todos los aspirantes a la Casa Blanca en una carrera que no ha hecho más que empezar.
Los analistas recuerdan que a estas alturas previas a la selección del candidato, si alguien estuviera conspirando para hundirle no serían los demócratas, que lo dejarían para mucho más tarde, sino los propios conservadores, que preferirían que cualquier escándalo oculto le explote en las manos antes de que se convierta en candidato y ya no tenga remedio.