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Balada triste de 'Champions' para el Villarreal

El 'submarino' cae con merecimiento ante un Manchester City comandado por la genialidad de Silva

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Una suave serenata se aliaba con el viento en La Plana durante la noche de este miércoles. Hablaba de penas y se despedía de un sueño. "Adiós a la 'Champions'", comenzaba. Bien es cierto que quedan dos encuentros más, pero ya el Villarreal, con su derrota ante el Manchester City, no podrá cantar bulerías de alegría y se tendrá que conformar con aspirar a una consolación como la Liga Europa. El tercer puesto es posible, pero las mismas posibilidades tendría su presidente, Fernando Roig, de acertar el 'Euromillón'.

Planteó bien el encuentro Garrido. Sabía que no podía ganar con un juego ofensivo, porque ni tenía jugadores para ello ni tampoco era el día más propicio para hacer experimentos. Colocó una línea de cinco mediocentros para contener el poderoso despliegue físico del City y aguantar así con contragolpes. Arriba debutó Joselu, máximo goleador del filial. No estuvo mal. Tampoco bien. Indiferente. No participó demasiado para hacer olvidar a Rossi. Otro día será.

Contaba el entrenador del Villarreal con que Silva era el referente y la pieza clave. Pero no pudo pararlo. El canario deleitó a amigos y enemigos con un fútbol de los que gustan en Inglaterra. Marcó diferencias. Robó a la media hora un balón para cederle a Yayá Touré el honor de marcar el primero. Y solo estaba calentando. Cuando el árbitro ya tenía el silbato en la boca para pitar el final de la primera mitad, lo usó para indicar penalti.

Tras otra jugada de Silva, esta vez Bolatelli se marcó un caño para que lo derribara Musacchio dentro del área. Leve empujón. Todo hay que decirlo. El propio delantero ítalo-senegalés agradeció el regalo al portugués Proença marcando con tranquilidad.

Para la segunda parte el Villarreal quiso jugar como quien canta por rumbas, con alegría. Salió con ganas, con corazón. De poco sirvió. Los 'citizens' no eran solo superiores. Simplemente borraron a los levantinos del césped. Silva decidió que ya era hora de dejar el carnaval para otros y pidió la sustitución. Entre aplausos del Madrigal, como no podía ser de otro modo. También sonaron palmas de los jugadores castellonenses, porque agradecían el respiro que les iba a dar ese cambio. La tregua no duró mucho.

Yayá Touré aprovechó un despiste de la defensa 'amarilla' para hacer el tercero y pidió el cambio. Su sustituto fue Agüero. Casi nada. Es como cambiar un disco de Nirvana por otro de Guns N'Roses. La fiesta de la 'Champions' en Villarreal acabó como una balada de tristeza para los locales. Todavía les queda el sueño del tercer puesto.