Manga con firma femenina
Una nueva hornada de autoras irrumpe con fuerza en las viñetas de inspiración japonesa, que siguen ganando mercado en España Casi 70.000 'otakus' abarrotaron el XVII salón del cómic japonés en Barcelona
BARCELONA. Actualizado: GuardarLas chicas piden paso en el manga. El éxito de la serie de animación japonesa 'Marmalade Boy', emitida en España en 1998 bajo el título de 'La familia crece' (La 2), sentó las bases y sirvió de inspiración a la última hornada de creadores de manga en España, compuesto en su gran mayoría por chicas.
Autoras como Eva Lara, Ángela Lara, Aurora García Tejado y Diana Fernández (Studio Kôsen), además de Kenny Ruiz (único varón en la lista), están llamadas a ocupar el lugar que dejaron los grandes y pioneros de nuestro país en la animación de inspiración japonesa, como Nacho Fernández o David Ramírez.
«La explosión del 'shojo' -la categoría del manga dirigida especialmente a la audiencia femenina adolescente- llevó a muchas jóvenes a aficionarse al género, y buena parte de esa culpa hay que atribuírsela a 'Marmalade Boy'», una especie de culebrón juvenil de dibujos animados, según explica Genis Puig, director de Mision Tokyo, uno de los portales web españoles más importantes sobre el mundo del manga. Estuvo presente en el XVII Salón del Manga, que se clausuró ayer en Barcelona y por el que pasaron más de 70.000 'otakus', las personas aficionadas al manga o el 'animes', y 'cosplayers' , aquellos que disfrutan disfrazándose de su personaje de cómic preferido. El certamen, dedicado a un género que no deja de ganar mercado en nuestro país y que se acerca ya al 30% de las ventas de todo el sector, según los datos del director del Salón Carles Santamaría, estuvo este año consagrado a los samuráis, de modo que fue posible adquirir todo tipo de parafernalia en torno a estos héroes seculares consagrados ahora en los tebeos que dibujan más y más chicas cada día.
Genis Puig insiste en que fue «el enorme éxito de 'Marmalade Boy' lo que hizo posible que se editaran las versiones en papel, que aparecieron series parecidas y muchas chicas empezaron a dibujar». Y como suele decirse, de la cantidad siempre surge la calidad.
De alguna manera, según Puig, el 'shojo' ejerció una influencia similar a la que en su día transmitió la serie 'Bola de Dragón', inspiradora de buena parte de los autores y editores de fanzines durante los años noventa, auténticos pioneros del género que hoy ocupan un lugar destacado en el sector, como Óscar Valiente, Marc Bernabé, Ángel Ibañez, José Luis Puerta o Manu Guerrero.
Hitos
Dani Madrid, autor de la 'Historia de la animación japonesa en España' (editorial de la UOC), señala dos hitos en la irrupción de la animación japonesa en nuestro país: el estreno de las series de TV 'Mazinger Z' (1978) y el de 'Bola de Dragón' (1990). «Si el primero revolucionó el mercado del merchandising, ya que abrió la veda al consumo masivo de juguetes inspirados en una ficción televisiva, 'Bola de Dragón' creó tantos adeptos que las editoriales consideraron conveniente editar sus revistas de cómics en nuestro país», asegura este experto.
Por primera vez, los tebeos de manga daban el salto a los grandes sellos y abandonaban su posición 'underground' en fanzines, realizados con mucha ilusión y muy pocos medios. La 'Bola' hizo cantera y animó a muchos aficionados a emprender una carrera profesional. «Con ganas se pueden hacer muchas cosas», afirma Óscar Valiente, director de Norma Editorial, también presente en el Salón del Manga y que empezó como editor de fanzines, elaborados con máquina de escribir y fotocopias en blanco y negro.
Y aunque en España sigue siendo complicado ganarse la vida haciendo manga, Genis Puig cree que hay cada vez más editoriales que apuestan por la disciplina, como Norma, que todos los años organiza un concurso sobre el manga español, la editorial Glénat, o sellos más pequeños como Babilon o Nowevolution. «Siempre surgen autores nuevos que buscan editar en sellos emergentes. No hay que publicar sólo lo que piden los lectores», concluye Valiente.