Aconsejan no consumir pescado capturado en la zona del volcán
Investigan si podría estar contaminado por metales pesados o dioxinas por los materiales que arroja la erupción de El Hierro
MADRID. Actualizado: GuardarEl Gobierno de Canarias mantiene la recomendación de no consumir pescado capturado en la zona afectada por la erupción volcánica en el sur de El Hierro, según informó ayer la Consejería de Sanidad.
La medida fue tomada por precaución. La necropsia practicada por el Instituto de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Las Palmas a los peces aparecidos muertos con motivo de la erupción volcánica destaca que las lesiones que presentaban son macroscópicas, «caracterizadas por eversión gástrica, burbujas de gas en la córnea, hemorragias oculares, exoftalmia, congestión en órganos como vejiga natatoria, hígado y branquias, todas ellas como consecuencia, tanto de la propia explosión como por las alteraciones de la presión ambiental en el mar».
Por este motivo y aunque, en principio, las causas de la muerte de los peces «no deben provocar enfermedades en las personas», la Dirección General de Salud Pública canaria mantiene la recomendación dada tras la erupción de no consumir peces capturados en las zonas afectadas por la erupción volcánica «hasta no contar con los resultados de la investigación de sustancias contaminantes que se está efectuando actualmente en ejemplares capturados vivos en dicha zona». En todo caso, la pesca está prohibida en la zona de la erupción volcánica, pero la mancha ya afecta a prácticamente toda la costa meridional de la isla, incluida la rica reserva marítima de La Restinga.
El Gobierno insular también ha solicitado al Laboratorio de Salud Pública del Área de Salud de Gran Canaria la investigación de metales pesados (cadmio, plomo y mercurio). Asimismo, desde la viceconsejería de Pesca del Gobierno de Canarias se solicitará al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino la determinación de dioxinas y PCBs en el laboratorio del CSIC ubicado en Cataluña.
Mientras tanto, la tierra sigue temblando y este martes lo hizo con más fuerza.
El mayor seísmo de los registrados ayer tuvo lugar a las 5.15 horas y alcanzó una magnitud de 3.9 grados en la escala de Ritcher. Su epicentro estuvo localizado bajo el mar, al noroeste de Frontera, población donde sus habitantes sintieron el temblor y que desde el fin de semana viven sobresaltados por los terremotos.