Revueltas en el mundo árabe

La ola de violencia en Yemen se cobra diez muertes más

Saleh despliega carros blindados en Saná para proteger edificios gubernamentales

TAIZ Actualizado: Guardar
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Al menos siete personas han muerto durante enfrentamientos entre milicianos tribales de la oposición y las Fuerzas de Seguridad en la ciudad meridional de Taiz, mientras que tres combatientes opositores han perecido al norte de Saná. Fuentes del Hospital Al Rauda de Taiz, que anteriormente cifraron el número de víctimas mortales en cinco, han informado de la muerte en estos choques de dos civiles, uno de ellos una niña de 9 años, y de cinco milicianos tribales. Tres de los fallecidos perdieron la vida por el impacto de un proyectil contra un vehículo civil, mientras que el resto murieron por heridas de metralla.

Varios testigos han señalado que el Ejército leal al presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, ha desplegado carros blindados para proteger edificios gubernamentales como la delegación del Ministerio de Educación. También hay soldados en el centro de Taiz, principal centro industrial y la segunda ciudad en importancia del país, para expulsar a los grupos armados. Las autoridades locales han explicado que han tomado esta decisión cuando vieron que los combatientes tribales comenzaron a establecer barreras y puestos de control en algunas calles. La avenida Gamal Abdel Naser, la principal de Taiz, permanece cortada al tráfico y todos los comercios, oficinas y bancos están cerrados.

Según testigos, milicianos opositores quemaron una sucursal del banco gubernamental Crédito Agrícola, mientras que un proyectil lanzado por las fuerzas de seguridad impactó en una oficina del banco privado Solidaridad Islámica y causó un incendio. En cuanto a la situación en la zona de Arhab, al norte de Saná, fuentes tribales han indicado que murieron tres combatientes de la oposición y varios resultaron heridos en choques con la Guardia Republicana, dirigida por el hijo de Saleh, Ahmed.

Arhab es un bastión de los combatientes tribales opositores y de los militares desertores, que se enfrentan a diario con las tropas de la Guardia Republicana y son acusados por las autoridades de intentar controlar el aeropuerto de la capital. Entretanto, la situación es tranquila hoy en el centro de Saná, aunque la oposición ha convocado una sentada de protesta en la avenida Al Sittin (sesenta) para pedir que se juzgue a Saleh y a los altos cargos de su régimen.

Espiral de violencia

La violencia en Yemen se ha recrudecido en las últimas semanas coincidiendo con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el pasado 21 de octubre, que pidió al mandatario yemení que firme la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para abandonar el poder.

El mandatario se ha mostrado en varias ocasiones dispuesto a firmar la propuesta del CCG, pero en el último momento siempre se ha echado para atrás, lo que ha supuesto un agravamiento de la crisis política y de las protestas contra su régimen. Saleh fue primero presidente de Yemen del Norte en 1978 y pasó a ocupar la Presidencia de la República de Yemen tras la unificación entre el norte y el sur en 1990.