Sociedad

Sellos, promotores y músicos buscan la receta del éxito en la era digital

La última jornada de Monkey Week reunió a un gran número de profesionales bajo el sello de la Fundación Autor

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El miércoles Coldplay retransmitía en directo a través de YouTube su concierto en Las Ventas, que fue seguido por millones de personas en todo el mundo. La islandesa Björk publicó este verano su séptimo trabajo, que sustía las clásicas canciones por aplicaciones para iPhone y iPad. Los noruegos Kaizers Orchestra, quisieron adelantarse a los 'piratas' y antes de grabar una canción, pasaron las partituras a sus fans para que crearan sus propias versiones del tema. Todos estos son ejemplos de lo que busca la industria musical en la era digital: crear experiencias y ofrecer al consumidor un valor añadido. No hay apenas límites y el más creativo gana. Las posibilidades son infinitas.

Ayer la última jornada de conferencias y mesas redondas del Monkey Week giró en torno a las nuevas estrategias de músicos, promotores y sellos discográficos para conquistar al público y ganar dinero en una época de gran incertidumbre para el mercado. «Tenemos que averiguar cómo usar este nuevo ecosistema digital a nuestro favor», resumía ayer Ventura Barba, de la empresa Tenzing Media, experta en desarrollar negocios en el sector de las industrias creativas.

Junto a Barba, otros profesionales participaron en el análisis propuesto por la Fundación de Autor, 'El cambio del paradigma en la industria musical'. Ese fue el tema de la jornada de ayer, a la que asistieron Barnaby Harrod, de la promotora Mercury Wheels, Rafa López, del sello Green Ufos y Álvaro Rebollo, responsable de márketing digital de Sony.

«El que nos toca es un tiempo complicado, pero a la vez divertido, que nos permite volver a ser creativos», apuntaba Barba tras enumerar algunas iniciativas que han triunfado en los últimos meses. «Nadie niega el cambio de paradigma, pero es un momento glorioso para la música, que ahora está en todas partes», añadía Harrod al principio de su intervención.

Menos optimista se mostraba Rafa López, organizador de festivales andaluces como el South Pop de Isla Cristina. «Para mí esta es una situación desalentadora. Puedes gastarte un montón de dinero en algo y que luego no triunfe».

Los cuatro coincidían ayer que, aunque apenas se vendan ya discos en las tiendas, «todavía a los grupos les hace falta un LP para llevar a cabo luego una gira», explicaba Barnaby Harrod. «Los medios son los primeros que te piden que les mandes el disco de tal o cual grupo», reconocía por su parte el responsable de Sony Music.

A pesar de la dificultad de apuntar unas ciertas claves de éxito, todos coinciden que hoy «lo importante es estar presente en las redes sociales», donde músicos y fans establecen una relación sin precedentes. «Desde Sony hemos vendido a los fans directamente ediciones especiales de Sidonie o Russian Red», ponía como ejemplo Álvaro Rebollo.

Tanto los ponentes como algunos miembros del público, en el que se contaban varios promotores, trataron de dilucidar el futuro de los festivales, a raíz de las declaraciones de Michael Eavis, director del Festival de Glastonbury, que aseguraba que estos eventos tienen los días contados porque «la gente ya lo ha visto todo».

Un mal de la industria

«Lo que sí es cierto es que hay una concentración de los promotores y cada vez los festivales están en menos manos», denunciaba el máximo responsable de Green Ufos. «Son muy pocos los que controlan a los grupos, a los patrocinadores y al público». Así, estos profesionales denunciaban que muchos promotores grandes prohiben a los grupos de más tirón tocar en otros eventos o ciudades para tener la exclusiva.

Asimismo, no dejaron de lado la cuestión de la sobreoferta de música en directo que existe en capitales como Madrid o Barcelona, «donde a veces coinciden un mismo día seis conciertos buenos», manifestaba una promotora del público. «A mí me parece genial tanta oferta cultural», replicaba Harrod. Eso sí, según los ponentes, «el público es más selecto» hoy en día y se deja guiar sobre todo por los productos de calidad.

Aun así, no hay una fórmula única, ya que muchos de los promotores reunidos en la sala aseguraban que el drama de encontrarse un concierto medio vacío después de una buena promoción es muchas veces el plato de cada día. «Ya no hay reglas como antes, en todo caso las hay para cada caso concreto», concluía ayer Rafa López. Cualquier experiencia no es garantía de éxito, pero las posibilidades son múltiples gracias al desarollo de las nuevas tecnologías.

Por otro lado, la última jornada de conciertos se desarrolló ayer con gran afluencia de público. Al cierre de esta edición arrancaba el último cartel de Monkey Week 2011, encabezado por los franceses Herman Dune y los catalanes Sidonie, que presentaban ayer en el Monasterio de la Victoria su nuevo disco, 'El fluido García'.