¿A qué juegan estos políticos?
En una ciudad con casi 13.000 desempleados, sin PGOU y con 15.000 casas sin servicios, los ciudadanos exigen soluciones y menos riñas PP y PSOE se enzarzan de nuevo por una supuesta financiación irregular
Actualizado: GuardarLa Asociación de Afectados por Sanciones Urbanísticas ha sido el último colectivo en hacerlo. Antes lo habían dicho públicamente otras asociaciones y federaciones vecinales, representantes de la vida social chiclanera de manera individual, el movimiento 15-M, formaciones políticas sin representación en la actual Corporación, e incluso las asociaciones de empresarios.
«Chiclana necesita soluciones y trabajo conjunto, y no rifirrafes políticos que no conducen a nada». Estas palabras son compartidas por cientos de chiclaneros y colectivos socioeconómicos de la localidad.
Pero la clase política parece no darse por enterada, y está, o más bien sigue, más preocupada por las urnas que por la gestión. Ruedas de prensa contraprogramadas, un cruce de acusaciones atroz e innecesario, y una dialéctica agresiva y nada diplomática en las sesiones plenarias, está llevando a la ciudad a un panorama muy poco alentador.
Chiclana tiene en estos momentos casi 13.000 desempleados. Más de 2.000 personas están pendiente de una orden de embargo y/o demolición por haber construido de forma irregular, abrir un negocio en la ciudad se convierte en algo eterno, y las medidas de ahorro del nuevo gobierno local del PP, no incluyen, curiosamente, rebaja alguna de sus sueldos.
Presupuestos
Con este panorama, la credibilidad del arco político local del Consistorio es ridícula, casi irrisoria. El PSOE combate con dureza a Marín, y acusa de «no trabajar por Chiclana» al regidor. Mientras, el PP aguarda con paciencia a que el año que viene la Junta cambie de manos y se complete «la marea azul». El municipio apenas ha visto en cuatro meses avances en materia de turismo, fomento o economía. El paquete de 87 medidas de ahorro no termina de despegar, como tampoco llegan las inversiones anunciadas, y el único respiro para los bolsillos de las pymes vendrá de manos del Estado y sus créditos ICO.
Hace unos meses uno de los colectivos con más peso específico en la ciudad, la Asociación de Empresarios, pidió a todas las fuerzas políticas un compromiso para avanzar. Nada de eso ha llegado.
La oposición minoritaria se limita a la guerra de guerrillas, con propuestas difíciles de encajar. IU está haciendo suyas cada protesta ciudadana o laboral, «pero a la hora de la verdad no nos dan soluciones», se quejan los trabajadores de una empresa en apuros, que se entrevistaron con Rodríguez y Palmero recientemente. Y el PVRE sigue a lo suyo. Con el urbanismo por bandera, hay quien piensa que sus dos ediles apoyarían sin pensarlo una hipotética moción de censura de Román.
El próximo gran lío será, a buen seguro, la elaboración de los Presupuestos 2012. Tras el enésimo rifirrafe entre los dos grandes por culpa de una presunta financiación irregular del PP, las cuentas del año que viene serán una buena piedra de toque para conocer quién está dispuesto a colaborar y quién no para que Chiclana salga de la crisis. Como aseguraba a este medio una vendedora del mercado hace unos días, «no queremos que se peleen, sino que estos políticos solucionen nuestros problemas», sentencia.