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EL OMBLIGO DEL MUNDO

BUENO POR CONOCER Actualizado: Guardar
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No, no se crean que voy a recrearme en el egocentrismo del que se considera el centro del universo. No, no voy a referirme a aquel que piensa que todo gira a su alrededor. Me permito la licencia de trastocar el orden de los vocablos, «el mundo en el ombligo». Nuestro cuerpo vive en continua simbiosis con el medio que le rodea. La simbiosis es parte de la existencia armónica que es la vida.

Muchos son los seres vivos que, aunque microscópicos, coexisten a placer en nuestro organismo. Millones de bacterias y hongos nos acompañan, no los vemos pero viven en nuestro cuerpo y su presencia es imprescindible para la vida. ¡Dios nos libre de un mundo libre de gérmenes!. Existen bacterias que protegen nuestra piel y nuestras mucosas. Microbios anaeróbicos campan por sus fueros en nuestra boca. Bacilos colonizan nuestro aparato digestivo que son necesarios para nuestra correcta nutrición y el mantenimiento adecuado de nuestro sistema inmunológico. Además toda esta flora y fauna es tan individual que se podría reconstruir un mapa personal e intransferible por cada persona.

A esta riqueza de nuestro variado ecosistema se ha sumado recientemente la Biodiversidad de nuestro Ombligo. Expertos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EE UU) están desarrollan un proyecto que pretende sacar a la luz si hay vida en nuestra primera cicatriz, esa que nos mantuvo durante nueve mes unido a la persona que más nos quiere. Los resultados son sorprendentes. De las más de quinientas muestras recogidas se han encontrado más de 1.400 cepas diferentes de microbios en nuestro ombligo, y lo que es mas sorprendente no todos tenemos la misma flora. Más de 660 cepas no pudieron ser clasificadas dentro de ninguna familia conocida. Un auténtico mundo desconocido en esa pequeña oquedad que nos diferencia del resto de los mamíferos. No sabemos nada de ellos y que funciones realizan. Al final van a tener razón. De vez en cuando tendremos que mirarnos el ombligo, sobre todo por intentar ver su peculiar vida animal. Parafraseando a Gregorio Peces Barba en la polémica por sus declaraciones y la falta de sentido del humos de los catalanes, que de ese nos sobra a los andaluces: «Háganselo mirar».