
La Buena Muerte acepta la Merced como sede canónica
La actual situación de la iglesia de Santiago y el ofrecimiento de los padres mercedarios, las claves para la decisión de la hermandad
JEREZ. Actualizado: GuardarEl cierre de la iglesia de Santiago empieza a ser asumido por las hermandades casi como definitivo, teniendo en cuenta las decisiones que las corporaciones que allí tenían su sede canónica han ido adoptando con el paso de los años. Si el Prendimiento tuvo claro desde el primer momento que la clausura del templo era indefinida y se buscó una ubicación que parece definitiva en el Asilo de San José, a escasos metros del templo centenario, ahora es la hermandad que preside Montoro, la Buena Muerte, la que ha sondeado a sus hermanos para abandonar, casi de manera definitiva, el sueño de reabrir el templo y recuperar su sede canónica.
La hermandad ha aceptado el ofrecimiento de los padres mercedarios para que la Basílica de la patrona sea la casa de la hermandad de la Madrugá hasta que Santiago recupere su pulso. Y este traslado, que está pendiente de que el obispado dé su visto bueno, tiene visos de ser definitivo, toda vez que la cofradía celebraría allí sus cultos y realizaría desde la calle Merced su salida procesional. De esta manera, la hermandad abandonaría la que desde hace años es su sede canónica, la propia casa de hermandad en la calle Nueva, que desde el primer momento se antojaba insuficiente para el crecimiento de la cofradía de cola de la Madrugá.
El traslado de las imágenes a la casa de hermandad fue la decisión temporal que la cofradía quiso experimentar, debido a las expectativas que tenía de recuperar Santiago en un corto espacio de tiempo. Sin embargo, tanto la comisión que se creó con tal fin como el propio interés municipal fue insuficiente para recuperar esta joya del patrimonio jerezano, y la hermandad ha decidido, en cabildo realizado con sus hermanos, aceptar la propuesta de los padres mercedarios, y trasladar así, hasta la reapertura del templo, sus imágenes a la misma sede que tiene la hermandad del Transporte.
Esta decisión ha de corroborarse ahora en la Casa de la Iglesia, toda vez que los cambios de sede deben ser aprobados por el ordinario del lugar con razones pastorales y litúrgicas de peso, aunque todo parece indicar que la difícil situación de la cofradía en su casa de hermandad, en la calle Nueva, favorecerá la rápida decisión favorable de Mazuelos para este traslado.