Manzano salva un 'match ball'
Adrián y Domínguez se reivindicaron como titulares a base de goles, Reyes se quedó en la grada y la afición coreó a Luis Aragonés y 'Cholo' Simeone El Atlético noqueó al Zaragoza porque combinó toque, músculo y ambición
MADRID. Actualizado: GuardarGoyo Manzano no sintoniza con la impaciente grada del Calderón pero seguirá al menos una semana más como técnico del Atlético porque sus jugadores le respaldaron, entendieron su mensaje y apabullaron a un flojo Zaragoza con una actitud ganadora, no contemplativa. Y porque Adrián agradeció su titularidad como acompañante de Falcao con dos goles fundamentales: el primero abrió la senda del triunfo y el segundo cerró el partido cuando el Zaragoza intentaba acortar distancias y provocar un ataque de nervios en los locales. Después de un mes de sinsabores y de cinco jornadas sin ganar, el Atlético logró su tercera victoria en el torneo de la regularidad. Curiosamente, en diez partidos solo Falcao, Adrián y Domínguez han visto puerta en este equipo de doble cara.
En el día del juicio, del plebiscito Manzano ejerció de entrenador y mandó a la grada a Reyes, castigado por su pésimo desempeño en este arranque de curso y por acordarse de la madre del técnico cuando fue sustituido el pasado jueves en San Mamés.
También dejó sin convocar a última hora a Miranda, el despistado central brasileño que pifió en 'La Catedral', y a Assunçao, un medio defensivo de los que no se necesitan para vencer en casa a un rival como el Zaragoza. Acertó esta vez.
El Atlético recordó al que goleó al Racing y al Sporting, los dos únicos equipos a los que había derrotado antes, que se dice pronto. También el Zaragoza se asemejó a esos dos conjuntos que actuaron caricaturizados en el Calderón .
Adrián derribó el muro maño antes de los 20 minutos, lo que tranquilizó a una parroquia 'colchonera' que ya empezaba a murmurar. Libre de marca, cabeceó de maravilla un gran centro del turco Arda Turán. Y al filo de la media hora, funcionó la estrategia del 'Profe' Manzano. Gabi lanzó una falta pasada, Godín cabeceó en el segundo palo y Domínguez, sorprendente suplente en los últimos encuentros, remachó junto al otro poste. Los ansiados goles eran el mejor antídoto para la crisis.
Un poco por conformismo y otro por cansancio, los locales dieron un paso atrás, siempre peligroso, mientras en la grada coreaban los nombres de Luis Aragonés y 'Cholo' Simeone. El partido ya no sabía a nada y de camino a su final llegó el tercero del Atlético de Adrián y los maños maquillaron su tristeza.