La Guardia Civil asesta en Bélgica el primer golpe a ETA tras su «cese»

Primer golpe a ETA tras el anuncio del «cese definitivo» de sus acciones armadas. Efectivos de la Policía belga, con los datos proporcionados por la Guardia Civil, detuvieron ayer en Bruselas al etarra Ventura Tomé Quiroga, huido desde mediados de 1999 para evitar sendas condenas a 22 y 17 años de cárcel. Pero la primera operación antiterrorista tras el fin de la violencia no quedó ahí. En el mismo piso en el que residía Tomé vivía Javier Aguirre Ibáñez, un miembro de la 'kale borroka' buscado desde 2008 y que, tras ser identificado, fue también arrestado.

Tomé Quiroga, de 58 años, tenía vigentes dos euro-órdenes de la Audiencia Nacional, tribunal que le condenó por su pertenencia al 'comando Saioa', un grupo que operaba en Navarra y comunidades limítrofes, y que fue desarticulado en Tafalla en 1990.

En noviembre de 1984, junto a sus compañeros de comando, Ángel María Lizarbe, Jesús María Bravo y José Uriz Zabaleta, colocó una bomba en un supermercado Sabeco, de Ejea de los Caballeros, en Zaragoza, dentro de la campaña que ETA emprendió contra intereses franceses en España. Por ese atentado y por la colocación de otro artefacto en Sangüesa en 1983 fue condenado a 22 años de cárcel en 1999, aunque huyó días antes de que se hiciese público el fallo. Posteriormente, también fue condenado a 24 años de prisión por la colocación de explosivos 'trampa' contra una pareja de la Guardia Civil en un paraje de Navarra en abril de 1985, pena que el Supremo rebajó a 17 años.

Mandos de la lucha antiterrorista negaron que el arresto de este etarra fugado desde hace más de 12 años sea una «respuesta» al comunicado de ETA. Estas fuentes apuntaron que el detenido fue localizado solo en fechas recientes, aunque desde hace tres años y medio se le situaba en Bélgica tras haber recalado antes en otros países.

La pista del DNI

La pista que condujo a la localización de Tomé, y a la captura de rebote de Aguirre, vino a raíz de la caída del jefe político de ETA, Francisco Javier López Peña, 'Thierry', en mayo de 2008. En uno de sus ordenadores se halló una carta en la que un desconocido pedía ayuda para el exmiembro del 'comando Saioa'. Ese desconocido explicaba a la cúpula terrorista que Tomé vivía en Bélgica, pero que no podía trabajar con su verdadera identidad y se encontraba en una situación muy precaria. El etarra adjuntaba dos fotografías de carné del huido a la dirección de ETA para que se le confeccionara un DNI falso con el que poder empezar una vida legal y, llegado el caso, seguir «colaborando» con la banda terrorista.

El historial judicial y policial de Tomé es largo. Fue detenido en dos ocasiones en Francia, sin que España lograra su extradición. La primera, en enero de 1992, siendo condenado en 1995 a un año de cárcel por asociación de malhechores. En 1996 volvió a ser arrestado en Hendaya por incumplir la prohibición de vivir en localidades fronterizas. Condenado a medio año de cárcel, fue expulsado a España en 1996. En 1999 fue juzgado en la Audiencia Nacional que, sorpresivamente, le concedió la libertad provisional antes de dictar condena, momento que aprovechó para huir.

La fuga de Aguirre, al que hasta ahora se situaba en Francia, fue similar a la de Tomé. Este activista fue detenido por la Policía autonómica vasca acusado de haber tomado parte en 2006 en el ataque a una oficina bancaria. Sin embargo, en 2007 fue puesto en libertad provisional bajo fianza, situación que aprovechó meses después para huir antes de ser juzgado.