«En la Supercopa ya se vio que podemos ganar al Barça»
«Mourinho me da responsabilidad y quiere que transmita a los demás la forma de leer los partidos» Xabi Alonso Futbolista del Real Madrid
MADRID.Actualizado:Xabi Alonso regresa hoy a Anoeta, en un partido que califica de «muy especial». Recuerda como si fuera ayer sus inicios de blanquiazul y advierte del peligro que lleva la Real cuando se enfrenta al Real Madrid en San Sebastián.
-Llegan en el mejor momento de la temporada...
-Estamos bien. Hemos encadenado una serie de buenos partidos. No solo estamos ganando sino que estamos controlando bien los partidos, lo que te hace crecer como equipo. Pero llegar en el mejor momento no significa nada.
-En su palmarés aún falta un título de Liga. ¿Será este año?
-Ojalá. A ver si vamos completándolo un poco, porque he ganado un Mundial, la Eurocopa, la 'Champions', varias copas, supercopas pero me falta una Liga. El subcampeonato que logré con la Real casi vale por una pero...
-Dicen que el Madrid está mejor que nunca. ¿En qué ha mejorado?
-En los últimos cuatro partidos hemos tenido más control de balón. Antes quizás buscábamos la portería rival de una forma más directa sin tener buenas posiciones o buenos desmarques. Estamos trabajando un poco más la jugada, sabiendo además que arriba tenemos pegada. Controlar los partidos es fundamental porque cuanto mejor defiende un equipo, mejor ataca.
-Algunos ya les colocan a la altura del Barcelona...
-No es cuestión de comparar. El Barça tiene una base muy sólida y nosotros estamos en ello. Tenemos una buena base también. La temporada pasada nos lo encontramos en las tres competiciones y en ésta puede que también. Poco a poco vamos definiendo nuestro estilo. Ya se vio en la Supercopa que podemos competir y ganar al Barça.
-Es el jugador de la plantilla que más minutos ha jugado. ¿Qué le da a Mourinho?
-Tengo buena comunicación con el míster y él me da responsabilidad. Considera que es una posición muy importante y, por mi veteranía, quiere que transmita a los demás la forma de leer los partidos y lo que nos conviene en cada instante.
-No le tocará descansar justo en Anoeta...
-No necesito descanso y en el partido de Anoeta, menos.
-En unos días cumplirá 30 años. ¿Qué siente cuando mira al pasado y se acuerda de aquellos inicios en la Real?
-Nostalgia y lo bien que lo pasé. Todos los partidos eran de una gran tensión, como los de ahora en el Real Madrid, porque en aquellos años siempre nos estuvimos jugando algo. Bien por abajo o por arriba, como aquella campaña en la que casi ganamos la Liga. Tuve la suerte de encajar en un grupo que me facilitó mucho las cosas. Me ayudó muchísimo a integrarme y a empezar a crecer como futbolista. Me acuerdo de Aranzabal, Idiakez, De Pedro... Ellos me enseñaron cómo es este oficio. Para los jóvenes es muy importante encontrarse con gente de la casa veterana que sepa transmitir cómo se compite en Primera y los valores del club. Illarramendi, Iñigo Martínez, Griezmann y compañía tienen un buen espejo en el que mirarse en los casos de Aranburu, Xabi Prieto o Llorente.
-¿Qué queda de ese Xabi imberbe?
-Lo más importante. El intentar hacer las cosas bien, el gen competitivo, ser un buen profesional, no vender humo, ser constante en el trabajo, anteponer el bien colectivo al bien personal... Mi objetivo no es brillar individualmente, sino mejorar a los que tengo a mi lado. Cuando veo que los de alrededor juegan bien y están a gusto, me doy por satisfecho.
-¿Se le ha pasado muy rápido el tiempo?
-Cuando miro atrás me digo: '¡pero si ya han pasado doce años desde que debuté con la Real!'. He vivido todas las etapas con mucha intensidad y quizás por ello sí que se me ha pasado rápido.
-¿Qué parte del guion de estos años hubiera cambiado?
-Pocas cosas. Creo que he sido muy afortunado. Pero, lógicamente, ganar aquella Liga con la Real en 2003. Estuvimos tan cerca de conseguir aquel milagro que siempre voy a tener esa espinita ahí clavada. Hubiese sido algo tan grande... Casi comparable a aquellas ligas de los ochenta, aunque disputar el título en el siglo XXI creo que es más difícil que en aquella época.
-¿Cuántos años más calcula que le queda de fútbol?
-No lo sé, porque a veces te haces una idea y luego se va todo a pique. Me queda este año y dos más en el Real Madrid. Acabo con 32 años aquí y luego ya se verá. Igual estoy tan cascado que me tengo que dedicar al pádel. A ver si en estos años puedo pescar algún título de los grandes. Y una Liga, por supuesto.
-Guardiola jugaba en su posición y ahora ahí lo tiene. ¿Se ve en los banquillos en un futuro?
-Va por días. A veces creo que me gustaría probar. He tenido la suerte de convivir con entrenadores muy preparados y todo eso que he podido ver y vivir me gustaría aplicarlo a algo. También sé cómo se siente el jugador en el campo y tengo una forma de ver el fútbol que me puede servir al entrenar. Por otro lado, he vivido en casa lo que significa ser entrenador y le tengo mucho respeto a este oficio. No solo es saber de táctica. Hay que saber gestionar muchas otras cosas. Primero tendría que prepararme muy bien. En esos días pienso en que tengo que buscar un camino diferente al del fútbol a ver qué surge.
-¿Ha tenido la ocasión de hablar con algún realista del partido?
-Aún no, pero lo haré seguro con Xabi Prieto, con Aranburu o alguno de éstos.
-Ya sabe que un Tambor de Oro no puede meter un gol a la Real...
-Eso no me lo dijeron cuando me lo dieron -risas-. De todas formas tendría que pasar algo muy raro para que metiese un gol, porque no soy precisamente un gran goleador. Prefiero no pensar en ello, aunque si toca, toca.
-¿Lo celebraría?
-No me saldría. He vivido tantas cosas en la Real...
-¿Cómo está viendo el juego del conjunto donostiara en este inicio liguero?
-No juega mal, pero la dinámica de los resultados no está siendo buena. Es increíble que en los partidos de Levante y Mallorca no haya sumado ningún punto cuando remató cinco veces al poste. Yo estoy muy alerta ante este partido y ya he avisado a todos los compañeros de que la Real Sociedad siempre se crece contra el Madrid en Anoeta. Tradicionalmente, la salida a San Sebastián nunca ha sido fácil para el Real Madrid. El año pasado, sin ir más lejos, no merecimos ganar.