EXCUSAS TONTAS
Actualizado:E l mejor club del siglo XX, según las estadísticas, lleva demasiado tiempo instalado en el victimismo. Desde antes de que llegara Mourinho, fichado casi exclusivamente para contrarrestar la enorme superioridad mostrada por el Barcelona de Guardiola, había que revertir la situación. Hace tres temporadas, el insultante dominio culé obligaba a buscar soluciones. Pellegrini no fue capaz, pese a acumular una gran cantidad de puntos y se optó por el técnico luso, el único que logró contrarrestar a los azulgrana en la Champions, a los que eliminó con un Inter al que, posteriormente, hizo campeón. Por tanto, lo más recomendable era fichar al entrenador con más títulos en la temporada anterior. Es lo que se llama directamente apostar a caballo ganador.
La pasada campaña, los Di María, Benzema, Ronaldo y compañía consiguieron mojarle la oreja al Barcelona en la final de la Copa del Rey. Era un trofeo menor, en comparación con los conseguidos por el eterno rival, aunque servía, al menos, para hacer frente númericamente al poderío del enemigo por excelencia.
Sin embargo en este curso recién iniciado parece que se han acortado las distancias. Ya se pudo vislumbrar en la Supercopa de España donde ciertas individualidades fueron las que terminaron decantando la balanza. Ya en pleno campeonato esta percepción se está confirmando. De hecho, a día de hoy, el Real Madrid supera al Barcelona en la clasificación. Es en este momento cuando vuelven a entrar en escena los árbitros, que en los dos últimos partidos han terminado masacrando a tarjetas a los rivales de los de Guardiola (Sevilla y Granada acabaron con nueve sus partidos cuando apenas realizaron faltas). Si Iturralde no hubiese pitado el sábado el penalti en el Camp Nou le hubiesen echado la culpa del empate. Ahora se centran defender a Cesc Fábregas, básicamente para minimizar otros problemas. En la acera de enfrente, juegan bien, arrollan y se divierten. Por eso, no se habla de otra cosa.