EL FIN A 51 AÑOS DE TERROR

Aznar acata la estrategia oficial frente a la banda

No exterioriza en un discurso sobre ETA objeción alguna a la moderada línea fijada por Rajoy, muy criticada por el sector más duro del PP

MADRID Actualizado: Guardar
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Muchos miembros del sector más duro del PP miraban desde hace días a su exlíder José María Aznar y se preguntaban si aceptaría o se enfrentaría a lo que consideran una respuesta demasiado suave de Mariano Rajoy al anuncio del cese definitivo de la actividad terrorista hecho por ETA. Los críticos ya tienen respuesta. José María Aznar leyó ayer un discurso sobre ETA con motivo del quinto aniversario de la Fundación de Defensa de la Nación Española y no aprovechó para exteriorizar ni una sola objeción a la polémica estrategia marcada por el candidato popular, que sí ha recibido ya duras críticas de otros dirigentes.

No hizo críticas, pero tampoco dijo que le pareciese bien. Se limitó a no obstaculizar el camino mesurado elegido por Mariano Rajoy y lo hizo con inteligencia. Su discurso, aunque de actualidad, no era nuevo, lo que no le obligó a entrar en el terreno de la polémica. Se trataba del mismo análisis sobre cómo debía ser el final de ETA, palabra por palabra, que hace un año leyó en la Universidad Católica de Murcia. Eso sí, añadió: "Sigo pensando lo mismo".

La exposición del expresidente se centró en defender que el final de la organización terrorista debe ser siempre una derrota clara de los terroristas, con las víctimas y el estado de derecho como únicos vencedores, sin concesión de ningún tipo a los violentos y a su mundo, y con el uso exclusivo de la ley, sin excepciones ni atajos, como único camino a seguir.

Aznar señaló que no basta con que los terroristas abandonen la violencia o entreguen las armas sino que además deben reconocer que nunca debieron emplear el terror y deben mostrar su arrepentimiento y pedir perdón a sus víctimas. El expresidente indicó que "siempre los españoles han estado dispuestos a atender el arrepentimiento de los terroristas que dejaron de serlo y a actuar con generosidad".

Lo que sí advirtió el expresidente es que debe acabar como una derrota porque cree que "el final del terrorismo plantea un único riesgo: que perdamos en la victoria".