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PAN PARA HOY

BABA

ÓSCAR TEROL
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Este artículo es, sobre todo, para esa parte de la sociedad a la que un día perteneceremos todos, si no lo estamos haciendo ya. ¿Será usted? Puede ser. Hablo de los rezagados de la cultura de la información, los que oyen palabras que no saben qué definen; los que deciden desconectarse del futuro porque no les ha sabido tratar con la cortesía necesaria. Y es que el futuro es un chaval maleducado e insolente cuya misión es tocarnos las pelotas. Amigo estancado en el presente, o en un pasado reciente cálido y acogedor, he titulado el artículo 'baba' para que no huyas y pases la página del diario; es un título trampa, para que caigas. En realidad se tenía que haber titulado 'Twitter', una palabrota como otra cualquiera que habrás leído y escuchado últimamente en repetidas ocasiones. Si eres de los rezagados de la zona vip, de los que se enteran de algo, sabrás que nos estamos refiriendo a una de esas famosas redes sociales de las que tanto hablan tus hijos y sobrinos. También habrás leído noticias del tipo: «Alejandro Sanz la caga en el Twitter; David Bisbal se mete en un lío en su Twitter», ¿le suenan, verdad? Claro, son cantantes famosos, pero ¿qué es eso del Twitter que puede hacer que un afamado artista pierda toda la credibilidad en cuestión de minutos? Se lo explico gustoso -si usted lo sabe, no me abandone en este punto, además, la originalidad está sobrevalorada-. Pues verá, el Twitter es una especie de catéter que uno se coloca en las vísceras, cerebro incluido, con el fin que vaya drenando todo aquello que supura nuestro organismo. Es una oportunidad que damos a las ideas para que salgan a la calle según se levantan de la cama; sin pasar por la fase de lavado y maquillaje, tan necesaria en una sociedad civilizada. De la misma manera que tenemos una ropa de casa, generalmente floja, descolorida y mal conjuntada; tenemos unas ideas de andar por casa, flojas y desequilibradas. Son la antesala de nuestro discurso público, que, lógicamente, suele estar pulido y sometido a la convención y a la corrección propia de cada ámbito. De ahí los escándalos. Pasen buen día.