
Aznar acata la estrategia oficial frente a la banda
El expresidente no exterioriza objeción alguna a la moderada línea fijada por Rajoy, muy criticada por el sector más duro del PP
MADRID. Actualizado: GuardarMuchos miembros del sector más duro del PP miraban desde hace días al expresidente del Gobierno José María Aznar y se preguntaban si aceptaría o se enfrentaría a lo que consideran una respuesta demasiado suave de Mariano Rajoy al anuncio del cese definitivo de la actividad terrorista hecho por ETA. Los críticos ya tienen respuesta. El presidente de honor del PP leyó ayer un discurso sobre ETA con motivo del quinto aniversario de la Fundación de Defensa de la Nación Española y no aprovechó la ocasión para exteriorizar ni una sola objeción a la estrategia marcada por Mariano Rajoy, muy contestada por el ala más radical del PP, representada por Jaime Mayor Oreja o Esperanza Aguirre. Para este sector, el comunicado de los terroristas no implicó ninguna novedad porque no anunció la disolución de la organización ni la entrega de las armas.
Aznar no hizo críticas, pero tampoco dijo que le pareciese bien. Se limitó a no obstaculizar el camino mesurado elegido por Rajoy y lo hizo con inteligencia y palabras calculadas. Su discurso, aunque de actualidad, no era nuevo, lo que no le obligó a entrar en el terreno de la polémica. Se trataba del mismo análisis sobre cómo debía ser el final de ETA, palabra por palabra, que hace un año leyó en la Universidad Católica de Murcia. Eso sí, añadió: «Sigo pensando lo mismo».
La exposición del expresidente del Gobierno se centró en defender que el final de ETA debe ser siempre una derrota clara de los terroristas, con las víctimas y el Estado de Derecho como únicos vencedores, sin concesión política o penitenciaria de ningún tipo a los violentos y a su mundo, y con el uso exclusivo de la ley, sin excepciones ni atajos, como único camino a seguir.
José María Aznar señaló que no basta con que los terroristas abandonen la violencia o entreguen las armas sino que además deben reconocer que nunca debieron emplear el terror y deben mostrar su arrepentimiento y pedir perdón a sus víctimas. El expresidente indicó que «siempre los españoles han estado dispuestos a atender el arrepentimiento de los terroristas que dejaron de serlo y a actuar con generosidad». Una reflexión muy en la línea del líder del PP.
Lo que sí advirtió el expresidente es que debe acabar como una derrota porque cree que «el final del terrorismo plantea un único riesgo: que perdamos en la victoria». Un discurso que no debe levantar ampollas en el entorno de Rajoy y que al mismo tiempo satisfizo al sector del PP más beligerante.